Si la solidaridad y la entrega a los demás --especialmente a los más necesitados-- tiene nombre de entidad, este es sin duda el de la Joventut Antoniana, que en Vila-real comparte protagonismo social con organizaciones como Cruz Roja, Cáritas o la Conferencia de San Vicente de Paúl.

Precisamente ayer, los antonianos vila-realenses celebraron su fiesta anual en honor al santo que guía su acción social: Antonio de Padua.

Un año más, la iglesia de los Padres Franciscanos acogió por la tarde la tradicional misa, en esta ocasión presidida por fray Agustí Boadas Llavat --además de franciscano es profesor de la facultad de Filosofía de la Universitat Ramon Llull, organista y archivero de la orden en Cataluña, provincia de la que depende el convento de Vila-real--, en la que no faltó el reparto de los típicos panets de Sant Antoni. Un total de 1.400 piezas fueron las que se bendijeron y entregaron a los asistentes en el marco de esta celebración festiva anual.

Unos panets, como siempre, cargados de solidaridad. Una solidaridad que demuestran día a día la veintena de vila-realenses que forma parte de la junta directiva de Joventut Antoniana, entidad que cuenta con 1.900 socios, que con sus aportaciones colaboran en la labor diaria para facilitar la vida a un centenar de familias de la ciudad que atraviesan por momentos económicos muy complicados.

Asimismo, también en el transcurso de la eucaristía celebrada en honor a San Antonia de Padua se impusieron la medallas de la agrupación a 21 nuevos antonianos, desde recién nacidos a adultos. H