100 años después, las formas cambian, pero los objetivos siguen. Y es que el reto prioritario de la Juventud Antoniana de Vila-real todavía es la ayuda a los más necesitados, como también lo era el del grupo primigenio que creó una asociación que en la actualidad vive su mejor momento, con prácticamente 1.900 socios.

Hoy es uno de los días importantes de las fiestas en honor a San Antonio de Padua y la entidad lo celebrará con una procesión muy especial. Y es que los asistentes no realizarán el recorrido habitual, sino que, tras llegar a la plaza Major, enfilarán la calle Major Sant Jaume y el Raval de Sant Pasqual para llegar a la basílica del patrón, donde la imagen pasará un día entero acompañando a Sant Pasqual.

Más allá del calendario festivo, la clave que da sentido a la entidad religiosa es su labor en favor de los más débiles. Semanalmente, atienden a 62 familias de la parroquia de San Francisco, donde tienen su sede. La comparación con aquellos que fundaron el colectivo antoniano allá por 1918 es este año inevitable. Así, según la actual presidenta, Carmen María Folch, «todo ha cambiado mucho en las últimas décadas» y se han tenido que «adaptar». «En sus orígenes, la ayuda a los más pobres era posible gracias a la caridad de muchos tenderos, que nos entregaban el pan que les sobraba para que lo repartiéramos, y también gracias a lo que recogíamos del cepillo».

Seguimiento y formación

En cambio, ahora son ellos los que compran los productos y luego los reparten «entre las familias». Eso sí, su modelo tiene sentido porque realizan un seguimiento y forman a los beneficiarios en aspectos como la gestión de la economía doméstica, la cocina o, incluso, cara a encontrar salidas laborales y también a reforzar el castellano en el caso de las personas inmigrantes.

Otra prueba de hasta qué punto Folch y sus compañeros pretenden seguir con una tradición centenaria es que el día del reparto de comida sigue siendo el martes. «Siempre se ha hecho así, y se entregaban los alimentos después de la misa de las 19.00 horas», recuerda. «Ahora ya no depende de la eucaristía, pero queremos mantener la esencia y realizar este acto de caridad el segundo día de la semana», añade.

En agenda

Durante todo el año, la Juventud Antoniana realizará varios actos con motivo de sus 100 años. El más importante es una peregrinación a las ciudades italianas de Padua y Asís. Ambos municipios son claves a nivel simbólico, pues en el primero falleció el patrón de la asociación y en el segundo vivió San Francisco.

En definitiva, un ejercicio intenso en el que gastarán muchas energías. Pero pueden estar tranquilos, pues hay cantera antoniana para rato si, como este 2017, se incorporan más de una quincena de miembros a la entidad. Y es que, organizando anualmente la llegada de los Reyes Magos a Vila-real, ¿quién no se mete en el bolsillo a los más jóvenes?