Unas 2.000 personas participaron en el último año en alguno de los programas y servicios que ofrece el área de Integración, que cada ejercicio desarrolla una decena de iniciativas dirigidas a «facilitar la adaptación de las personas migradas, dando asistencia, asesoramiento, orientación e información para regularizar su situación y acomodarse en la sociedad local y ajustarse a sus normas de convivencia, así como para mejorar su dominio de la lengua y la interculturalidad», explican desde el área municipal que encabeza el concejal socialista Álvaro Escorihuela.

ASISTENCIA // La Oficina de Atención a las Personas Migradas (Oapmi-Pangea), ubicada en el edificio de Servicios Sociales, asistió a 345 ciudadanos a través de su servicio de mediación intercultural e interpretación, en el que también se dan nociones para favorecer la integración en el mercado laboral, presentar documentación u orientación en el ámbito educativo. En total, fueron 202 mujeres y 143 los hombres atendidos, procedentes de Argelia, Argentina, Bolivia, Brasil, China, Colombia, Cuba, Ecuador, España, Guinea, Libia, Mali, Marruecos, Mauritania, Pakistán, Paraguay, Polonia, Rumanía, Rusia, Siria, Turquía, Ucrania, Uruguay o Venezuela, entre otros.

Asimismo, el taller de castellano contó con la asistencia de 72 vecinos --60 mujeres y 12 hombres--, en sus dos modalidades de iniciación y de conversación. Entre los países de procedencia destacan Argelia, Brasil, China, Eritrea, Libia, Mali, Marruecos, Pakistán, Polonia, Rumanía, Rusia, Serbia, Siria y Ucrania.

Son medidas a las que se suman la escuela de acogida, el taller de interculturalidad o el Espai de Trobada para mujeres, además de la participación de la ciudad en distintos programas europeos. «Estamos muy orgullosos del trabajo que se lleva a cabo desde la ciudad en favor de la integración de quienes llegan a Vila-real», destaca Escorihuela.