El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha anunciado que el Ayuntamiento «hará un nuevo esfuerzo en el 2017 y se acogerá a la ley 13/2015, de 24 de junio, de reforma de la ley hipotecaria y la ley del catastro inmobiliario, que permitirá aplicar una rebaja en la valoración de determinados terrenos en su día declarados como urbanos, pero en los que no se ha desarrollado ningún proyecto, de manera que volverán a pagar como suelo rústico», concreta.

«En este país se han cometido muchas barbaridades urbanísticas que tras denuncias y sentencias han sentado cátedra y ahora, con la reforma de esta ley, se puede hacer justicia con aquellos propietarios cuyos terrenos rústicos fueron recalificados como urbanos y siguen pagando impuestos por un espacio en el que, tras años, todavía no se ha desarrollado nada», señala.

El munícipe asevera que este es el caso del «numerosos vecinos de Vila-real, a los que se va a poder dar un respiro», destaca. Al respecto, Benlloch es rotundo: «Mientras hay ayuntamientos que se han negado a aplicar la ley por no dejar de lucrarse e ingresar fondos, nosotros no vamos a negarnos a ser justos y ya hemos comunicado al catastro nuestra decisión al respecto».

En concreto, son 905.463 m2 los que se han identificado en diversas unidades de ejecución del PAI de la carretera de Onda, «donde en dos décadas no se ha hecho nada y los propietarios pagan a precio de urbano»; así como en un área del Espai Vila-real, frente a Porcelanosa; o en dos parcelas marcadas en el mapa detrás de la misma empresa, «que ahora no tienen perspectiva urbanística».

Aun así, el alcalde asegura que «en ningún caso» tocarán «zonas urbanas que han sido reparceladas y en las que haya posibilidades de desarrollar algún proyecto, al igual que si rebajamos el valor de algún espacio en el que después vuelve a programarse alguna iniciativa, volveremos a aplicar la valoración que le corresponda, como área urbana que continuará siendo».

DE 140 A 12 EUROS // El primer edil ha puesto el ejemplo de algunos propietarios que ahora pagan a razón de 140 euros el m2 y que, tras la nueva valoración, abonarán 12 euros. «Como consecuencia de esta medida, el Ayuntamiento dejará de recaudar en el 2017 un total de 438.000 euros de IBI, lo que afectará a las arcas municipales, pero preferimos estar junto a los vecinos que hacer lo que hizo el PP, que vivía en una gran mentira y seguía recalificando y multiplicando por dos y por tres el valor de la ciudad para recaudar y poder despilfarrar sin límites», asevera Benlloch.