Un centenar de vendedores se han quedado fuera de la selección para instalar paradas en la popular Fira de Sant Caterina, que se celebra el domingo 24 de noviembre. En concreto, son 90 los solicitantes que no podrán montar sus puestos en esta cita, declarada fiesta de interés turístico provincial desde el 2011.

Y es que el criterio seguido por la Concejalía de Economía es el de priorizar la venta de productos típicos de estas fechas y de la Navidad ante otros como el calzado o la ropa que, en algunas ocasiones, también se han visto en esta feria que no solo atrae a los vila-realenses sino a cientos de personas procedentes de los municipios del entorno.

De esta forma, pese a que se presentaron hasta 329 peticiones, finalmente serán 239 las paradas que se colocarán desde primera hora de la mañana en la plaza Major, las calles Major Sant Doménec y Hospital, el Raval del Carme y parte de la avenida Josep Ramon Batalla (Barranquet).

El edil del área, Xus Madrigal, justificó el proceso de concesión de puestos en que «como es habitual, se han seleccionado aquellas paradas dedicadas a la venta de productos navideños, como turrones, belenes o frutos secos, además de juguetes y artesanía».

El concejal también abundó en la vertiente solidaria de este evento. «En la plaza Major contaremos con un total de 24 estands de oenegés, lo que convertirá este punto en una pequeña feria de la solidaridad», apuntó, a la vez que detalló que entre los 239 puestos concedidos habrá 77 de alimentación, 20 de juguetes, 28 de artesanía, 30 de bisutería y complementos y 42 de otros productos, entre los que destacó los nueve de belenes y otro tipo de decoración navideña, productos que, aseveró, «llaman la atención de visitantes de otras localidades».