Las obras para la mejora de la accesibilidad a la sede de Els Lluïsos de Vila-real han finalizado. Sin embargo, no hay fecha exacta -la previsión es que pueda suceder en pocos días-- para la puesta en marcha del ascensor. Ha sido instalado junto a las escaleras, que han perdido algo de anchura respecto a las anteriores, y será el principal elemento para salvar los escalones. Así, y a efectos prácticos, las personas con movilidad reducida, silla de ruedas o carros de bebés aún tienen complicada la entrada, aunque hace ya unas semanas que se retiraron los andamios de la construcción.

Con todo, el presidente de la entidad religiosa, Manel Llorens, apunta que esta actuación tendrá una «función muy importante», con especial incidencia en el bar que se ubica en el edificio para poder ampliar la clientela. Alejandro, el responsable de la bocatería, valora de forma positiva esta adecuación para que el edificio sea más funcional, pese a que considera que el tiempo de ejecución de los trabajos ha sido largo. «Todo lo que sume, como la Fira de Nadal --organizada del 20 de diciembre al pasado 3 de enero en la avenida la Murà--, es favorable», afirma el hostelero.

Facilitará algunas labores de la congregación, apunta su máximo representante, como, por ejemplo, la de mover elementos del belén que se almacenan en las plantas superiores -el inmueble tiene cinco alturas- y también posibilitará albergar nuevas iniciativas de diferente índole.

«Mosén Javier Aparici -director de la congregación- nos comentó que habría un grupo de mujeres mayores interesadas en crear un coro y de disponer del elevador, quienes podrán usar alguna de las salas del edificio», indica Llorens, que avanza que el resto de plantas a las que da acceso este dispositivo tendrá acceso restringido cuando no haya actividad.

INVERSIÓN // El consistorio y la diócesis de Segorbe-Castellón sufragaron, mediante un convenio, los 79.000 euros más IVA del coste de esta actuación que arrancó el pasado verano. Desde el equipo de gobierno recordaron al iniciarse las labores que eran «una vieja aspiración de Els Lluïsos y del propio Ayuntamiento en una construcción de los años 70, con mucho diseño y poca funcionalidad», cara a poder aprovechar al máximo las diferentes dependencias en las que se divide.

El presidente explica que todavía no se ha abordado con el consistorio qué uso hará de las dependencias de este céntrico inmueble que cuenta, entre otros espacios, con un salón de actos con capacidad para 200 o 300 personas que podría acoger eventos de cierta envergadura.