El Ayuntamiento presentará a la Dirección General de Catastro un estudio de muestreo de los valores catastrales en Vila-real para pedir que el Gobierno atienda la petición de la ciudad, aprobada con la unanimidad del pleno, para que la ponencia se ajuste a los valores actuales del mercado.

El estudio prácticamente triplica la rebaja que, según el Catastro, se habría producido en los valores de los inmuebles. Así lo anunció ayer el alcalde, José Benlloch, quien avanzó que el equipo de gobierno congelará de nuevo el año que viene los recibos de la contribución para que los vila-realenses «no tengan que hacer más esfuerzos».

REVISIÓN // El consistorio formalizó la petición de una revisión de valores el pasado marzo tras una moción plenaria. En el marco de estas conversaciones, el 8 de mayo, la Dirección General del Catastro envió un estudio de la tasación de los inmuebles de la localidad. El análisis, en base a 400 muestras de los años 2015 a 2017, cifra la rebaja en un 0,62%, mientras que el estudio hecho por el Ayuntamiento, con 269 muestras de 2016 y 521 de 2017, habla de una bajada de entre el 1,9 y el 2,1%.

«El estudio elaborado por la intervención municipal prácticamente multiplica por tres la disminución de valores que se habría producido en los últimos años respecto a las previsiones del Catastro», señala Benlloch, quien explica también que el Gobierno central no ha tenido en cuenta los valores de solares, naves industriales o garajes.

«Estas cifras pueden ser discutibles y esto es lo que vamos a hacer ahora, seguir trabajando y dialogar, con datos en la mano, para conseguir esta revisión de la ponencia», puntualiza Benlloch.

Por otro lado, Vila-real aplicará en el 2018 el coeficiente de actualización que decida el Gobierno en sus cuentas, que calculan en un 4%. Al margen, el tipo de gravamen del IBI se modificará para dejar los recibos congelados.

Al respecto, desde el PP acusan al munícipe de «bloquear la bajada del IBI aprobada por el Ejecutivo central para seguir gastando en su modelo faraónico».