El Ayuntamiento de Vila-real ha puesto en marcha un operativo de vigilancia especial de la Policía Local en las inmediaciones de las naves abandonadas existentes en el Camí les Voltes, tras detectar que podrían haber tenido acceso a ellas jóvenes de la ciudad. Además del dispositivo, el alcalde, José Benlloch, está acelerando todos los trámites necesarios para proceder cuanto antes al derribo de las instalaciones.

«En las últimas semanas, nos han llegado algunas informaciones de que adolescentes e incluso menores podrían haber accedido a estos recintos, en estado ruinoso, para reunirse, hacer travesuras o incluso grabar vídeos», asegura Benlloch, quien afirma que «esta situación nos preocupa muchísimo, porque entrar a estas naves abandonadas acarrea un peligro que queremos prevenir por todos los medios».

El munícipe hace hincapié en que desde el equipo de gobierno se actúa «con toda la firmeza que permite la ley», para atajar los riesgos. «De ahí que se destine un operativo policial especial y se trabaje en demoler estos edificios cuanto antes», añade.

ADVERTENCIA // «Advertimos a los padres y madres públicamente para que vigilen estas actividades de riesgo y hemos incrementado los controles en la zona, mientras desde los departamentos técnicos se trabaja ya en los proyectos de demolición para proceder en breve a ello y adecuar urbanísticamente los solares», explica el alcalde, quien recuerda que el Ayuntamiento ha actuado ya en otros inmuebles en ruinas, «dando respuesta a los problemas de seguridad y salubridad».

Al respecto, Benlloch hace referencia a casos como los de las antiguas naves de Fritta o Azuvi, así como muchas otras abandonadas, «fruto de la crisis económica y la deslocalización de las empresas a otros puntos de la ciudad o fuera de ella; un abandono que provocaba graves problemas y cuya solución resulta muy compleja, debido a que se trata de recintos de carácter privado».

En los casos de los del Camí les Voltes, el Ayuntamiento tiene abierto un expediente desde hace varios años, aunque el cambio de titularidad de las instalaciones en distintas ocasiones, fruto de la situación de los bancos y las empresas, ha dificultado las gestiones. «En estos momento, ya están más claros los títulos de propiedad y estamos acelerando al máximo todos los trámites y los proyectos para proceder a su demolición lo antes posible, al tiempo que reforzamos la vigilancia para prevenir cualquier riesgo y garantizar la salubridad y la seguridad de los vila-realenses», concluye Benlloch.