Los actos vandálicos que afectan en Vila-real a espacios públicos, en especial a la vegetación y el mobiliario urbano, suponen para las arcas municipales un coste medio anual de 30.000 euros.

Así lo asegura a Mediterráneo el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, quien matiza que esta cifra «puede verse incrementada si destrozan, por ejemplo, juegos infantiles, cuyo gasto puede llegar a 12.000 euros».

El edil reconoce que se está dando un repunte de los efectos del gamberrismo en la ciudad, «aunque están a niveles de municipios del entorno». Y es que en lo que va de año, el departamento que encabeza Valverde contabiliza 39 actuaciones para reparar desperfectos ocasionados por los vándalos, justo la mitad de los que se registraron a lo largo del ejercicio anterior (78).

El concejal apunta que únicamente las últimas acciones de estas características, que se han centrado en los parques de la Panderola y José Soriano --espacios que se encuentran unidos y se ubican junto al colegio Carlos Sarthou--, han generado daños por importe de 6.000 euros.

GAMBERRISMO //

Precisamente en esta zona es en la que desde hace un par de meses «se han venido registrando actos de gamberrismo muy graves, como el arrancado de juegos infantiles o, incluso, la tala con serrucho de algunos árboles». Unos hechos que ya han sido denunciados por el departamento de Servicios Públicos ante la Policía Local de Vila-real, que, según ha podido saber este rotativo, indaga para hallar a los autores, algo para lo que «se han hecho algunas identificaciones».

Un caso, el de la tala de árboles, que parece seguir cánones similares a los que se produjeron en verano del 2009, cuando unos desconocidos se dedicaron a serrar árboles de vías públicas y jardines, así como las mesas y los bancos de la zona de pinada del paraje natural del Termet.

MÁS VIGILANCIA //

En todo caso, Valverde asegura que en los últimos días no se han repetido los daños en este área. «Los agentes han incrementado la vigilancia en este punto y, por el momento, parece que está surtiendo efecto».

Asimismo, el edil hace hincapié en que «el personal de Servicios Públicos repone de forma rápida, generalmente en 24 horas, aquellos elementos que han sido objeto de vandalismo, para no dar una sensación de abandono que podría invitar a no cuidar el resto del mobiliario urbano».

Valverde indica que «no existen lugares que concentren más acciones de gamberrismo, pero sí fechas, de manera que se producen más entre marzo y septiembre, con la llegada del calor».