El Ayuntamiento de Vila-real ha emprendido una auténtica cruzada contra la presencia de bandadas de estorninos en la ciudad, con la finalidad de ahuyentarlos del casco urbano y evitar la problemática que generan, tanto de suciedad en los parques con sus excrementos como de molestias al vecindario por los estridentes sonidos que emiten en la noche.

El concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, anunció ayer, junto a integrantes del Club de Cetrería Juan de Sahagún de Onda, la puesta en marcha de un plan, con una duración de un año, que combina el uso de rapaces --como águilas o búhos-- con pequeños artefactos pirotécnicos, luces láser y sonidos por megafonía, con el único objetivo de evitar situaciones como la que viven los vecinos de la plaza de l’Alguer, donde cada atardecer se posan en los grandes árboles de la misma miles de estos pájaros.

«Lo que pretendemos es aplicar una solución más respetuosa con la naturaleza para intentar controlar las plagas de estorninos», apunta el concejal Valverde, quien hace hincapié en que «ya resultan habituales las instancias que llegan al Ayuntamiento de residentes en esta zona, en las que piden medidas para poner fin a los problemas de suciedad en el suelo, en los bancos y en los juegos infantiles del parque, y también a los coches aparcados bajo la densa arboleda».

El edil recuerda que, como publicó Mediterráneo en noviembre del 2014, la invasión de estorninos a esta plaza es ya un clásico. «Para evitar que este espacio fuera un dormitorio de estas aves apostamos en principio por podas agresivas de los ficus y las jacarandas, pero es una solución que no acababa de gustarnos, por lo que ahora optamos por el uso de rapaces para intentar ahuyentar estos pájaros, cuyas molestias se deben básicamente a que siempre van en grandes bandadas».

MÁS ZONAS VERDES // Valverde explicó ayer que el programa no solo se va a aplicar a la plaza de l’Alguer, aunque por el momento es la más afectada por el problema. «Se trata de un plan estructurado en el tiempo, que no solo se centrará en esta zona verde y de ocio, sino que es un proyecto global que se extenderá a todas las áreas susceptibles de convertirse en dormideros de esta aves», indica Valverde, a la vez que insiste en que «el objetivo no es trasladar la problemática a otros parques de la ciudad, sino conseguir que los estorninos busquen otro lugar fuera del casco urbano donde no molesten a la gente».

La iniciativa supone una inversión anual de 8.000 euros que, además, permitirá «ahorrarse la poda agresiva de los árboles». Y es que el concejal Valverde hace hincapié en que la presencia a diario de miles de pájaros sobre los árboles de espacios como la plaza de l’Alguer «también deriva en una cuestión de insalubridad, puesto que los excrementos de estas aves, y pese a que se limpia repetidamente la zona, ocasionas olores que se incrementan de forma especial cuando llueve».

PROCEDIMIENTO // El procedimiento para ahuyentar a los estorninos se inicia con la suelta, desde el momento en que empieza a anochecer, de un águila Harris y otra de cola roja, a la vez que se reproducen con altavoces sonidos de pájaros que son cazados por rapaces. Con la caída de la noche, se liberan un búho y una lechuza que contribuirán a «hacer entender a los estorninos que no están en un lugar seguro».

Asimismo, durante el momento en que se posan miles de pájaros en los árboles se emitirán haces de luz para molestarles, a la vez que se usará pirotecnia «en casos únicamente puntuales». H