Unas alegaciones presentadas por uno de los candidatos a ermitaño del Termet han retrasado el proceso de selección. Uno de los aspirantes reclamó poder revisar las pruebas, por lo que se ha pospuesto la elección definitiva.

Una situación que ha impedido que el nuevo operario iniciara su trabajo en la ermita a principios de mes, como tenía previsto el Ayuntamiento de Vila-real. «El 15 de junio esperamos que esté todo resuelto para dar a conocer al elegido y que entre en su puesto laboral lo antes posible, cara a la temporada estival», explica la concejala del área responsable del paraje, Rosario Royo.

Cerca de 40 personas optaron en el inicio del procedimiento a acceder al empleo de encargado de controlar y mantener en buenas condiciones tanto el paraje como los edificios municipales existentes en él --incluida la ermita de la patrona, la Mare de Déu de Gràcia-- y sustituir, tras su jubilación, a Vicent Cerisuelo, quien durante 32 años ejerció de ermitaño. La última fase reunió a 10 aspirantes a la plaza, que tuvieron que desarrollar una prueba de cultura local, una práctica sobre cómo actuar ante problemas y un examen teórico.

TAREAS VARIADAS // Las tareas atribuidas al puesto que ofrece el consistorio son el control de acceso a las dependencias del Termet, tales como el albergue, la Sala de Cavallerisses, el salón de actos, la ermita, el Museu Etnològic, el molino anexo al restaurante El Molí o el recinto del Centre d’Educació Ambiental; así como el paraje en general y las instalaciones y servicios disponibles.

Asimismo, también se encargará del riego de los lugares en los que todavía no está automatizado y las labores que se requieran para atender adecuadamente la atención a los ciudadanos. En cuanto al horario de trabajo, este será de 37,5 horas repartidas entre el miércoles y el domingo.