Unos 80.000 euros es la cantidad que los técnicos del Ayuntamiento de Vila-real calculan que tendría que invertirse para dar una solución definitiva a los problemas de goteras en el colegio público José Soriano, que por el momento solo afectan al comedor del centro, pero que podrían ampliarse al resto del edificio a corto o medio plazo.

Así lo señaló ayer el concejal de Territorio, Emilio Obiol, quien se refirió a esta cifra como la necesaria para reforzar la impermeabilización de los 2.540 m2 de techo de todo el inmueble, aunque las filtraciones se centran fundamentalmente en una parte en concreto, por lo que en un principio lo que urge es una reparación integral de estos 400 m2.

“Hemos realizado dos arreglos en los que se han invertido unos 3.000 euros y que han consistido en la cubrición de grietas con fibra de vidrio o en el sellado de sumideros e, incluso, se han aplicado hasta cuatro capas de pintura, pero nada de ello sirve cuando nos encontramos ante un problema estructural, lo que lleva a los técnicos a recomendar una intervención integral de toda la cubierta”, explica Obiol.

PETICIÓN // Es por ello que desde el Ayuntamiento de Vila-real se ha trasladado a la Generalitat la reclamación de que asuman la solución de los defectos, “porque ya no se trata de una cuestión relacionada con el mantenimiento del inmueble, sino que lo informes dicen bien claro que, pese a tratarse de un centro de reciente construcción --se recepcionó oficialmente en septiembre del año 2011-- este caso responde a vicios ocultos que hacen referencia a la habitabilidad del espacio”, asevera el edil de Territorio.

La dirección del José Soriano viene denunciando desde hace ya dos años la existencia de goteras, a lo que el consistorio ha respondido con sendas intervenciones que no han podido dar una solución definitiva que, en opinión de las autoridades vila-realenses, tiene que resolver la Conselleria de Educación, “por cuanto que la situación se origina por los defectos en la construcción del centro”, insiste el concejal. Una construcción que, como recuerda, llevó a cabo la empresa pública Ciegsa, “que se encuentra inmersa en un conjunto de situaciones irregulares y que aquí en Vila-real, según los criterios técnicos, también edificó con importantes deficiencias, lo que ha originado a los usuarios y a la propia ciudad adversidades y contratiempos en la habitabilidad, en este caso, del colegio público José Soriano”.

Respecto a la posibilidad de pedir responsabilidades a la firma constructora, el edil explica que, en estos casos, existe un plazo de tres años para poder reclamar, por lo que han “decidido dar parte a la Conselleria”, porque consideran “que es esta institución la que tiene que dar una solución definitiva con el arreglo integral de la cubierta”, argumenta.

MENSAJE // Aun así, Obiol lanza un mensaje de tranquilidad a la comunidad educativa y afirma que, entre tanto se gestiona la intervención que acabe definitivamente con las filtraciones, desde el Ayuntamiento seguirán “realizando las reparaciones que sean necesarias y remitiendo las facturas a la Generalitat”. H