Tras una intensa semana de celebraciones en honor a Sant Pasqual, ayer fue el momento de hacer balance desde el Ayuntamiento de Vila-real. La alta participación en los actos, la reducción de las sanciones y la ausencia de incidentes graves en cuanto a seguridad ciudadana marcaron una valoración «muy positiva» de sus responsables.

El edil de Fiestas, Javier Serralvo; y el presidente de la Junta de Festes, José Pasqual Colás, resaltaron la «tranquilidad» y la «gran acogida» de los cambios e innovaciones llevados a cabo este año, como avanzó ayer este diario.

Además, hicieron hincapié en la gestión de cerca de 60 escenarios a lo largo de los 10 días y la instalación de más baños químicos, o la realización de 220 eventos y agradecieron la implicación de los que lo hacen posible.

Por su parte, el intendente jefe de la Policía Local, José Ramón Nieto, aseguró que los actos fueron «masivos, con una gran afluencia de visitantes».

En su resumen, detalló que las quejas por molestias de las peñas bajaron a 50, frente a las 65 del 2017. Las denuncias subieron a 14 por exceso de horario y ruido, sobre todo en el centro urbano.

Por otro lado, nueve personas fueron denunciadas por orinar en la calle y aumentaron las sanciones por alterar la seguridad, de cinco a 12. Además, multaron a 7 conductores por alcoholemia y hubo tres cogidas --el año anterior, 7-- en actos taurinos.