Dos hierros procedentes de Salamanca fueron los protagonistas de la primera jornada del bou per la vila en la presente edición de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia. El recinto del centro de la ciudad recibió en primer lugar a un ejemplar de Vellocino, y más tarde fue el turno de un animal de La Ventana del Puerto.

Había expectación entre los aficionados, ante las ganas de contemplar el estreno de una completa agenda. Y por las impresiones del respetable, el balance se puede calificar de satisfactorio. El primer astado mostró una gran presencia, y prácticamente desde los primeros compases se movió por las calles del recorrido, sobre todo en los viales de Sant Antoni y Cervantes.

En cambio, los seguidores reunidos alrededor de la parte más céntrica pudieron recrearse con el segundo de la jornada vespertina, que apenas salió de este área, y aportó mucho movimiento, arrimándose a los barrotes y dando la oportunidad de lucimiento a los rodaors congregados.

Tras esta doble exhibición de cerriles, patrocinados y organizados por la Junta de Festes, llegó la sesión de noche, en la que se embolaron los dos toros, en el cruce entre la calle Josep Ramón Batalla y el Raval del Carme. Los integrantes de la Comissió del Bou y de la colla Hermanos Batalla fueron los encargados de proceder a colocar las bolas de fuego.

EL MARTES, MÁS / Tras las buenas sensaciones de este primer día, los entendidos ya esperan la siguiente convocatoria, que llegará el martes, también con dos ejemplares. Uno de ellos aportado desde la asociación José María Manzanares, procedente de la ganadería de Julio García; mientras que el otro cerril llega de la mano de Un Bou+, con un astado de Sánchez Arjona. Para amenizar la espera, mañana se procederá a la primera entrada de vacas, y su posterior suelta con la zona de cadafals. Los animales empleados para esta actividad serán de la ganadería de Iván Miró.