El Ayuntamiento de Vila-real activó ayer de manera urgente un protocolo de prevención tras confirmarse tres casos de legionela en la ciudad en los últimos días. El plan se pone en marcha después de la declaración de un brote de legionela por parte del Departamento de Salud Pública de Castellón, dependiente de la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat Valenciana.

De esta forma, y mientras se investiga la causa del contagio se procedió a hiperclorar el agua de la red de suministro a las viviendas, así como a detener el funcionamiento de las fuentes ornamentales y a acometer las tareas de riego de jardines y de baldeos de la vía pública directamente desde la red de agua potable.

Hasta el momento son tres los casos tratados en el Hospital Universitari de la Plana. Los dos primeros afectados ingresaron el pasado 4 de agosto, de ellos uno falleció el pasado 17 de agosto --tal como informó el periódico Mediterráneo--, mientras que el otro ya ha sido dado de alta. El tercer caso confirmado por Sanidad se registró ayer mismo, de manera que el vecino está hospitalizado.

Todos ellos son residentes de Vila-real, aunque con trabajos fuera de la ciudad y ningún nexo de unión, lo que dificulta la investigación para determinar el origen de la infección.

«Pese a que no existe conexión entre los afectados ni un motivo común de contagio, la coincidencia en tan breve espacio de tiempo de tres casos nos lleva a adoptar medidas especiales de prevención», aseveró ayer el alcalde de Vila-real, José Benlloch.

ACCIONES // En este sentido, el munícipe hizo hincapié en que, con el fin de evitar al máximo otros contagios, hasta esclarecer dónde se han producido, «hemos activado de manera inmediata todos los protocolos necesarios en sistemas de riego o en la red de agua potable, para garantizar la salud pública del vecindario».

Benlloch aseguró estar «en contacto permanente» con el gerente del Hospital Universitari de la Plana y del departamento de Salud, Miquel Rovira, así como con los responsables del Centro de Salud Pública de Castellón, «para conocer cualquier avance respecto a los posibles motivos de contagio y estado del vecino que permanece ingresado».

Precisamente, el centro hospitalario ubicado en Vila-real se vio obligado en septiembre del 2016 a precintar, de manera preventiva, cinco habitaciones tras detectar la presencia de contaminación por legionela en sus aseos, aplicándose así de forma rápida los protocolos establecidos para evitar posibles contagios.