Pagar a los proveedores del Ayuntamiento de Vila-real en el plazo máximo de 30 días que establece la ley. Este es el objetivo que se marca el alcalde, José Benlloch, y que pretende que sea una realidad a lo largo del primer trimestre de este año, tras anunciar que el Plan Económico Financiero puesto en marcha por el consistorio «está dando sus frutos y poco a poco vamos cumpliendo todos los objetivo marcados antes de su puesta en marcha en el mes de mayo del 2016.

Un programa que se hizo necesario al desviarse el consistorio, a lo largo de los dos últimos ejercicios, de la senda de la estabilidad presupuestaria que exige el Ministerio de Hacienda, «y que nos ha obligado a rectificar el error que cometimos en el 2014 al bajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), pese al constante goteo de pagos de convenios y sentencias urbanísticas fruto de la gestión del PP y al incremento anual en 600.000 euros del tratamiento de los residuos urbanos».

«Estoy convencido de que, con el presupuesto del 2017 y si somos capaces de afrontar el envite de algunas sentencias urbanísticas que están por llegar, podremos cumplir con nuestra obligación de pagar en 30 días a nuestros proveedores», aseveró.

RESERVA // Y es que, además de la intención mostrada por el munícipe de utilizar parte de los remanentes del 2016 --si se le permite legalmente-- para incrementar la partida de gasto corriente y dar forma a un colchón económico para dar cobertura al pago a proveedores, la entrada en vigor del presupuesto del 2017, que se prevé para finales de febrero, permitirá iniciar de inmediato el abono de los 1,2 millones en facturas pendientes del año anterior, para lo que se estableció una partida específica en estas cuentas.

«Muy a nuestro pesa, este es la única de las cuatro normas de la Ley de Estabilidad Presupuestaria que no hemos podido cumplir hasta ahora», explicó Benlloch.

E incidió en que el 2016 «fue un año muy difícil en lo económico, porque, además de los empastres urbanísticos del PP y el mayor coste de la basura, hemos puesto en marcha varias infraestructuras que también suponen más gasto en mantenimiento».