La amenaza de acudir a los tribunales planea de nuevo sobre la eterna obra de una ronda suroeste de Vila-real que sigue sin ser una realidad, pese a moverse por los despachos de la Generalitat desde hace más de una década.

Así lo han asegurado desde el equipo de gobierno y así se les ha transmitido a los responsables autonómicos en varias ocasiones. Y es que, aunque las autoridades vila-realenses se muestran convencidas de que el actual Consell liderado por el socialista Ximo Puig «cumplirá» con el compromiso que adoptó el president, en el sentido de que las obras de esta circunvalación que bordeará el casco urbano por el oeste arrancarán dentro de la presente legislatura, a mediados del 2019.

En cualquier caso, fuentes de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio confirmaron a Mediterráneo que, como tarde, el proyecto que se redacta en la actualidad y que contemplará la totalidad del vial, incluida la conexión con la carretera N-340 --en el plan anterior, elaborado durante el gobierno autonómico del PP, el vial finalizaba en el cruce de los caminos Assagador y Les Voltes, y se dejaba la unión con la vía estatal «para una próxima construcción»-- estará completamente finalizado en junio del 2018.

Fuentes del ejecutivo de Vila-real, liderado por José Benlloch del PSPV, insisten en que la ciudad «ya cumplió sobradamente, al invertir 4,5 millones de euros en la compra de los terrenos para la ronda, de manera que el asunto está ahora en el tejado de la Conselleria, que es la única competente al 100% para acometer esta infraestructura y, por tanto, también es a quien le corresponde desbloquear la obra y solucionar los problemas y diferencias que puedan surgir con el Ministerio de Fomento, que es el titular de la carretera N-340».

REUNIÓN PENDIENTE // En cualquier caso, las mismas fuentes aseguran que están dispuestos a acompañar a los técnicos y responsables autonómicos que viajen próximamente a Madrid --la fecha está aún por decidir-- para entrevistarse con Manuel Niño, secretario general de Infraestructuras dependiente de Fomento, con el objetivo de apoyar la solución planteada por el Consell para conectar la circunvalación con la N-340, a través de una rotonda al mismo nivel y de unos 60 metros de diámetro. Una glorieta que, en principio, podría contar con ciertas reticencias por parte del Gobierno de España.

Aun así, desde Obras Públicas afirman que este documento ya ha sido remitido al Ministerio «para que dé conformidad, al afectar a una carretera que es de su estricta competencia».