La plaza de Sant Ferran se convirtió ayer en un ágora donde niños y mayores compartieron espacio, tiempo y actividades de una forma que cada vez cuesta más de ver en Vila-real y los pueblos de la provincia, pero que el Ayuntamiento quiere recuperar. Y busca hacerlo este mes de marzo, a través de Assaltabarris, un ciclo que fomenta la vida de barrio y que en esta edición combina artes escénicas y participación ciudadana. La concejala del área, Gemma Gil, apunta que su objetivo es «que las plazas sirvan para volver a unir a la gente y al arte».

Una de las novedades de este año es que las entidades ciudadanas se implican directamente en la organización de actividades.

El próximo sábado, la iniciativa llegará al jardín de Jaume I, donde confluirán los vecinos del Cristo del Hospital, avenida Europa, Torre Motxa y Séquia Major.