Cuadrar agendas no siempre es fácil. Que se lo digan a la comunidad de la parroquia de los Evangelistas, que ha esperado cerca de un mes para realizar, ayer y pese a la lluvia, la bendición de la puerta de acceso principal que instalaron antes de Navidad en sustitución de otra muy dañada.

El cura de esta iglesia, Juan Cristóstomo, asegura que durante estas semanas han notado mejoría en aspectos tan sencillos como abrir o cerrar, ya que antes era más complejo el acceso de carros de difuntos, y también en la temperatura registrada en el interior del recinto, puesto que «pasaba aire por los huecos».

Crisóstomo recuerda que llevaron a cabo diferentes iniciativas para recaudar fondos para la renovación. Consiguieron 4.000 euros, pero el montante total eran unos 11.000, por lo que tanto el consistorio como el obispado colaboraron. De hecho, el obispo Casimiro López fue invitado al acto donde asistieron autoridades municipales como el alcalde, José Benlloch, y representantes de la sociedad civil, como el presidente de Porcelanosa, Manuel Colonques Moreno, o el homólogo de Caixa Rural, Enric Portalés.

En las últimas semanas también pintaron el interior y se percataron de la poca luz que entraba por las vidrieras. «Puede que no se hubieran limpiado nunca», señala el párroco. Las aportaciones de los fieles permitieron costear esta acción, que requirió de una firma especializada.