El ejecutivo municipal que lidera el socialista José Benlloch abre a la participación de la oposición la elaboración del presupuesto municipal para el próximo ejercicio del 2020 que, en líneas generales, presentó el pasado miércoles 4 de diciembre el propio alcalde de la ciudad. Y es que ayer, el portavoz del equipo de gobierno, el también socialista Javier Serralvo, anunció que finalmente el pleno para aprobar estas cuentas (que rondarán los 48 millones de euros, una cifra similar o, incluso, inferior a la del 2019) se traslada al lunes 23 de diciembre, una semana después de lo anunciado en su día por Benlloch. El motivo no es otro que el de que «la oposición disponga de unos días más para estudiar el documento y plantear sus propuestas», puntualizó.

En este sentido, el edil explicó que los representantes del PP, Compromís, Ciudadanos (Cs) y Vox incidieron en el escaso margen de días de que dispondrían para analizar los cálculos que presenta el ejecutivo encabezado por Benlloch. «En una actitud dialogante y consensuada, el equipo de gobierno formado por el PSPV-PSOE y Unides Podem ha decidido aplazar el pleno de aprobación del presupuesto, con el objetivo de que la oposición disponga de unos 10 días, también para plantear posibles aportaciones», señaló Serralvo.

El portavoz municipal hizo hincapié en que «este ejecutivo trabaja duro por cuadrar unas cuentas para el 2020 con una situación económica complicada, mientras que el resto de partidos van a la crítica fácil sin aportar nada», a la vez que invitó, especialmente a PP, Compromís y Cs (Vox consiguió entrar en el consistorio tras las últimas elecciones municipales) a que «por primera vez, hagan llegar cualquier modificación que consideren necesaria, y si opinan que hay malgasto que indiquen de dónde recortar, porque este ejecutivo mantiene su apuesta decidida por la unión con la sociedad civil». Una alianza que supone la distribución de unos cuatro millones de euros en convenios con setenta entidades locales.

OBLIGACIONES // El concejal Serralvo insistió en que los grupos de la oposición --entre los que se encuentra ahora Compromís que, hasta el final de la anterior legislatura fue parte del gobierno local-- «tiene la obligación de criticar y vigilar, pero también de realizar propuestas porque, si tienes las cosas claras y un proyecto de ciudad definido, no necesitas tanto tiempo para aportar ideas que, en cualquier caso, se pueden lanzar en las distintas comisiones y juntas de portavoces».

E incidió en que uno de los fines de las cuentas del 2020 es «reducir la deuda a final de año».