El alcalde de Vila-real, José Benlloch, anunció ayer que el Ayuntamiento reactivará a lo largo de este año la urbanización del polígono industrial de la carretera de Onda, un proyecto que fue aprobado hace dos décadas, pero cuyo desarrollo está paralizado desde hace más de 10 años. El munícipe dio esta información durante la inauguración de la XXVII Muestra Internacional de Arquitectura Global y Diseño Interior de Porcelanosa Grupo (más información en las páginas 2 y 3).

Como explicó Benlloch, el objetivo de esta medida es «generar nuevo suelo industrial y mejorar la competitividad de las empresas». Además, el munícipe defendió la importancia de que la administración local «moleste lo menos posible» en el desarrollo y progreso de las empresas «que cuentan con un aval de sostenibilidad y buen hacer», y de las que puso como ejemplo a Porcelanosa.

A este respecto, el primer edil vila-realense hizo hincapié en la aprobación que el ejecutivo local que lidera ha impulsado en los últimos años «a la hora de modificar la normativa urbanística para, por ejemplo, permitir una mayor altura en la edificación de naves industriales, facilitando el proceso de crecimiento de las mercantiles de la ciudad».

En cualquier caso, Benlloch insistió en que «ahora hay un proyecto fundamental para el futuro de Vila-real, que lleva casi 20 años paralizado por motivos económicos y de otra índole, como es el polígono de la carretera de Onda». Y añadió que el equipo de gobierno «se propone poner fin a la parálisis en el desarrollo de este área industrial» aprovechando la construcción de la ronda suroeste por parte de la Generalitat y la liberalización de la autopista AP-7, para la que el consistorio reitera al Gobierno su petición de contar con un acceso propio.

LABORES PREVIAS // En declaraciones a Mediterráneo, el munícipe indicó: «Llevamos un par de años analizando toda la situación y estudiando si había mercado para retomar la urbanización de este polígono después de tantos años y ver si era posible lograr suelo industrial de calidad, aunque para ello era necesario que se dieran dos condicionantes fundamentales, como son la puesta en marcha de la ronda suroeste y la liberalización de la AP-7».

Y avanzó que se ha elaborado una auditoría o estudio técnico «muy detallado, para redefinir el programa, ya que muchas de las cosas que se planteaban ya no tienen sentido a día de hoy».