El alcalde de Vila-real, José Benlloch, garantiza el mantenimiento del convenio con la religiosas Dominicas que se firmó en el 2011 y que permitió la donación a la ciudad de la mayor parte del convento que ocupó esta orden hasta mediados del 2009, así como la cesión de los 3.000 m2 que ocupaba el huerto --que posteriormente se reconvirtió en jardín--, a cambio de una compensación con terrenos en otra zona del municipio, por valor de 15.000 m2 de techo, lo que equivalía en aquel momento a 7,7 millones.

En declaraciones a Mediterráneo, el munícipe asegura que, hoy por hoy, el Ayuntamiento no dispone de solares con los que compensar a las dominicas, transcurridos casi siete años desde la firma del acuerdo: «La reacción de las religiosas es muy buena, por lo que nos dan un margen, aunque nos solicitan algún gesto por parte del consistorio».

Un gesto que, como indica el alcalde, la idea es «asignar una parte de los remanentes que han quedado al cierre del ejercicio del 2017 para abonarles una cantidad del valor estimado del suelo que ahora es jardín».

En cualquier caso, Benlloch explica que «por el momento, lo que se le ha planteado a las Dominicas, y que ellas están dispuestas a aceptar, es un nuevo cálculo de la valoración económica de los terrenos que ahora son zona verde, de manera que la cifra a abonarles sea la actual y no la que se calculó hace siete años».

NUEVA TASACIÓN // De esta forma, y con el acuerdo de ambas partes --según asegura el alcalde-- se encarga una nueva tasación oficial a la sociedad TINSA, que realizará una estimación actualizada. «A partir de ahí, estudiaremos las formas de compensarlas, en base a permutas, futuros solares, aprovechamientos urbanísticos y también con dinero», afirma el munícipe que, insiste, en «la muy buena relación» que guardan estas monjas con Vila-real, ciudad en la que la orden desarrolló su labor durante más 400 años.

El objetivo del primer edil vila-realense es, tras la nueva valoración de los 3.000 m2 de solar que pueden suponer una rebaja importante --fundamentada en la reducción del precio de los solares urbanos respecto a los existentes en la época del boom inmobiliario--, dejar cerrado un acuerdo definitivo con la orden antes de que acabe la actual legislatura.

UNANIMIDAD // El 13 de mayo del 2011 --pocos días antes de la celebración de las elecciones municipales que dieron paso al ejecutivo local liderado por el socialista José Benlloch, tras cuatro legislaturas de gobiernos municipales del PP--, la corporación municipal aprobó por unanimidad el convenio con las religiosas, que permitió que pasaran a manos del Ayuntamiento tanto buena parte del antiguo convento --hoy reconvertido en un espacio cultural-- como los terrenos del huerto conventual, que ahora disfrutan los vecinos como jardín.

Un acuerdo que establecía un plazo de cinco años, desde la rúbrica del mismo, para que el municipio compensara con suelo o con aprovechamiento urbanístico, con posibilidad de prorrogarlo a dos ejercicios más, algo que se aprobó en mayo del 2016, de manera que, en principio, el plazo finaliza en dos meses.

Precisamente, a este escaso periodo de tiempo se agarra el PP a la hora de criticar la gestión realizada por Benlloch en este asunto y advertir de que «el incumplimiento del convenio supondría el pago de ocho millones». Un peligro que el alcalde descarta tras reunirse con la otra parte.