Vila-real arrancó un 10 de marzo las acciones para afrontar el coronavirus. Tras dos semanas, el Ayuntamiento sigue la lucha, como afirma el alcalde, José Benlloch.

--Pregunta: Han sido varias las medidas que han anunciado en Vila-real desde que arrancó esta situación. ¿Cuáles destacaría?

--Respuesta: Durante la primera semana nos centramos en garantizar el confinamiento y la salud, poner en marcha todos los procesos y protocolos para evitar contagios y luego atendimos otros dos ámbitos, el económico y la atención a las familias con dificultades. Todas las medidas se han implementado de forma paulatina, acorde a las necesidades y de forma seria y responsable. Vamos a estar bastantes semanas aislados, por lo que en los últimos días nos estamos centrados en canalizar, mediante un registro, el voluntariado de toda la gente que quiere ayudar. Para hacerlo hay que dar seguridad, acorde a unos protocolos, como con los permisos para que esas personas puedan salir a la calle. La gente se ha volcado, pero hay que controlarlo para que no sea un problema.

--¿Considera que están siendo unas medidas efectivas y de utilidad para la ciudadanía?

--Sí. Hace dos semanas que nos planteamos qué problemas podríamos tener. Reorganizamos el Ayuntamiento por la crisis, aprobamos la flexibilización horaria, articulamos líneas telefónicas conscientes de que el consistorio no puede cerrar, pero hay que minimizar los contactos porque ahora es cuando más necesarios somos. Yo estoy en las oficinas municipales todos los días a las 6.30 o 7.00 horas. Hay que ayudar al hospital con el Centre de Tecnificació Esportiva o coordinar a policía y ejército para reforzar la vigilancia en la zona de masets y evitar robos. Pero también en el apartado económico esta semana tocaba pasar 1,4 millones de euros en impuestos de vehículos, vados y mercado, y no se cargarán. Decidimos aplazarlo, ver cómo evoluciona la crisis e iremos articulando medidas según avance. El Ayuntamiento no puede quedarse descapitalizado porque tenemos mucho que atender, mientras no nos lleguen los fondos del estado, para ayudar a entidades o Servicios Sociales.

--¿Qué efectos cree que tendrá para la ciudad esta crisis?

--Serán importantes y complicados. Pero no para Vila-real, para todos. A diferencia de otros momentos de la historia, el mundo está globalizado, lo que facilita la rápida expansión del virus. Esa globalización debe ser y será, buena para la recuperación.

--¿La gente se lo toma en serio?

--Hay situaciones incomprensibles, lo mismo que en las redes sociales, pero el porcentaje de denuncias es ínfimo. Debemos estar orgullosos de la gente sensata, la que cumple. Hay una casuística muy amplia con familias con situaciones delicadas que, en un momento dado, pueden salir e incumplir. Y eso no tiene nada que ver con algunos jóvenes que piensan que no va la cosa con ello. Pero el virus puede llegar a ser muy complicado y convertirse en un riesgo para la gente de su entorno. Todos podríamos encontrar un motivo para hacerlo, de ahí la importancia de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

--En redes le piden datos sobre los casos positivos en Vila-real.

--Lo tengo prohibido. La autoridad máxima es el Gobierno de España que ha habilitado a las autonomías que no desglosan por municipios. Ya ha habido denuncias a alcaldes por parte de familias afectadas porque los vecinos se asustan al saberse los positivos. Los expertos dicen que el 80% pasaremos el virus y si hay casos en pueblos más pequeños cómo no va a haber en Castelló o Vila-real. Hay o habrá positivos en todos los pueblos, pero no ganamos nada ni nadie tiene derecho a saber ciertos datos del resto.

--¿Habrá fiestas en mayo?

--No quiero quitar la ilusión a nadie y ojalá pudiéramos hacerlas, pero ahora no me preocupa lo más mínimo. Me escribieron esta semana de un colectivo taurino para preguntarme si compraban un toro o no. Mi opinión fue decirles que no. Hay que mirar la evolución de China o Italia y no parece que la vacuna llegue de inmediato. Si esto se solucionara, las haríamos como pudiéramos. Sería una forma magnífica de celebrar haber vencido al virus, pero ¿qué más da eso ahora?

--¿Cree que son necesarias medidas más estrictas como cerrar toda la actividad productiva?

--Eso es inviable y somos uno de los países con medidas más restrictivas. No todo el mundo se puede quedar en casa. Hay sectores esenciales y el Gobierno no tiene recursos para asumir algo así. Hay industrias que reconvierten su producción para fabricar elementos para la crisis, el sector primario tampoco puede parar, ni la administración o la sanidad.