--El pasado martes se conoció la noticia sobre la valoración de la Generalitat ante la mejor ubicación para la estación intermodal de mercancías, que finalmente se decanta por Castellón. ¿Qué piensa al respecto?

--En Vila-real sabemos muy bien lo que es luchar y sufrir para buscar nuestro espacio y reivindicar nuestros intereses como ciudad grande que ya somos. Una ciudad tremendamente discriminada en la historia en cuanto a inversiones y que ha tenido que hacer frente a su progreso con el esfuerzo de los vecinos. Y creemos que la estación intermodal es una infraestructura prioritaria y tenemos argumentos para defender su ubicación aquí. Hoy por hoy, no hay ninguna decisión tomada y exigiremos que se nos escuche y que podamos defender porqué Vila-real es la mejor opción. Vamos a reclamar las mismas oportunidades y que el proceso sea absolutamente limpio y transparente. Y, desde luego, tal y como se está planteando este asunto crucial, tengo que lamentar que creo que no lo está siendo.

--¿Y qué hará el Ayuntamiento?

--Los intereses de Vila-real van a estar bien defendidos por este equipo de gobierno. Vamos a reivindicar nuestros derechos donde haga falta. En estos momentos no podemos recurrir nada porque no se ha tomado ninguna decisión, ni discutir ningún elemento objetivo porque no hemos podido estudiar el informe. Por tanto, estamos en una absoluta indefensión frente a una aparente decisión que, desde luego, nos deja perplejos. Creo que anunciar quién es el que tiene más opciones para ganar el partido y alguien decir que se ha ganado sin jugarlo no es muy correcto.

--Aunque es su segundo mandato como alcalde de Vila-real, ¿cómo definiría los dos primeros años del que arrancó en el 2015?

-Yo los definiría como una nueva transición. Continuamos con el proyecto iniciado en el 2011. Pero sí que es cierto que han sido dos de los años más difíciles de los seis que este ejecutivo de progreso está gobernando, básicamente porque tomamos una decisión equivocada al bajar el IBI en el 2014, pues no llegamos a advertir cuál podría ser el impacto que el urbanismo a coste cero del PP generó en nuestra ciudad.

--Y ahora se han visto obligados a aumentar el IBI un 9,5%. Pero, ¿habrá más subidas?

--No, en absoluto, no vamos a tocarlo. Tenemos varios retos que afrontar para que la ciudad avance y para mejorar los servicios a la ciudadanía. Como he dicho, tomamos una decisión errónea, pero gracias a acuerdos y una gestión responsable, adquirir el Gran Casino o el Hostal del Rei, que es lo que toca, no va a generar ningún problema financiero.

--¿Qué se ha hecho en este tiempo de continuidad en la gestión?

--Como digo, iniciamos un proyecto en el 2011 que aún no está acabado, porque lo que hemos hecho es simplemente empezar. Cuando heredas una situación económica tan complicada como la que nos dejó el PP, es muy difícil tirar adelante la idea en la que trabajamos desde el 2011. Entonces, encontramos una ciudad arruinada, que estaba a punto de vender y privatizar servicios públicos; un Ayuntamiento basado en la prepotencia y la falta de diálogo, en el despilfarro y con muchas infraestructuras abandonadas; y, sobre todo, una ciudad irrelevante para la que queremos recuperar el liderazgo que debe tener en el País Valenciano. Ahora tenemos una ciudad que ha bajado del 72 al 48% su endeudamiento y que ha salvado sus servicios públicos, y cuyo Ayuntamiento es amigo de sus vecinos.

--¿Cuáles son los proyectos irrenunciables hasta el 2019?

--Creo que hay varias cosas que vamos a tener que impulsar, poniendo toda la energía posible, dado que hay tres ejes que me preocupan especialmente y que son la irrelevancia del liderazgo, en la que vamos mejorando; las irregularidades y empastres heredados del PP; y el proyecto de ciudad. Con el tema de las irregularidades y empastres hay una prioridad, y para resolver ese problema trabajamos en una modificación del PGOU con la que intentaremos hacer cirugía urbanística y convertir zonas industriales ya desamortizadas y cercanas al casco urbano en áreas residenciales de calidad, donde nos permita colocar los derechos de la gente a la que el PP expropió y que ya reclaman en los juzgados. Y también hay que dar una respuesta y soluciones reales a la necesidad de viviendas sociales y mejorar el transporte público.

--Uno de los caballos de batalla del Ayuntamiento es el tema de la ronda suroeste. ¿Confía plenamente en que el Consell haya iniciado y acabado esta circunvalación antes de junio del 2019?

--Acabado no lo sé, pero que la ronda estará empezada y presupuestada no tengo dudas.

--¿Cuál es el futuro del centro de tecnificación deportiva?

--Estamos ultimando con la UJI una propuesta sobre másteres y especialización en materia deportiva, a la espera de que el Gobierno autorice la creación de una licenciatura en esta materia.

--Faltan dos años para las elecciones locales y autonómicas. ¿Tiene decidido su futuro político?

--Me siento muy apoyado por Vila-real, por el empresariado y por la sociedad civil. Por descontado que volveré a presentarme como alcaldable del PSPV-PSOE para que los ciudadanos, si así lo deciden, renueven su confianza en nosotros. Nuestro proyecto, en el que trabajamos codo a codo con Compromís, llegó con vocación de quedarse. A día de hoy, estamos empezando nuestro plan porque, en seis años y con la herencia recibida, hemos hecho lo que hemos podido. Aún queda mucho camino por recorrer.