Probablemente, son muy pocos quienes conocen que la tercera lengua a la que se tradujo la Biblia en Europa, después del latín, fue en la valenciana, solo por detrás del alemán y el italiano. Fray Bonifaci Ferrer, hermano de Sant Vicent, fue el artífice de la traducción en el siglo XV. Imprimieron un centenar de ejemplares, pero la Inquisición capitaneada por Tomás de Torquemada se encargó de hacer desaparecer todos estos libros que no estuvieran escritos en latín, seguramente para dificultar que el pueblo entendiera las Sagradas Escrituras.

Por desgracia, de aquel centenar de la Biblia valenciana únicamente se conserva una única página, custodiada en Nueva York y que los vila-realenses podrán contemplar --aunque como reproducción fiel-- del 7 al 27 de febrero en la exposición que instalarán en el Museu de la Ciutat-Casa de Polo y en cuya inauguración estarán presentes autoridades locales, representantes de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, de la Sociedad Bíblica, del obispado de Segorbe-Castellón y de todas las confesiones religiosas existentes en la ciudad.

Será, por tanto, una cita en la que el libro de libros ejercerá un papel de hermandad y unión entre los creyentes de las distintas religiones. «Los integrantes de las diversas confesiones no solo estarán presentes en el acto sino que también leerán textos bíblicos y hablaran por la paz en el mundo», explica el concejal de Normalització Lingüística y Tradiciones, Santi Cortells.

«La Biblia es un texto capital para nuestra historia, tradición, literatura, arte e incluso arquitectura. Sus textos son fundamentales para entender quiénes somos en este y otros muchos ámbitos. La mayoría de confesiones cristianas y también el mismo islam reconoce a la Biblia un papel de inspiración y de fuente para la espiritualidad», detalla Cortells.

La muestra en la que podrán observarse las reproducciones de la página del Apocalipsis, en valenciano culto de la época, se complementa con 33 paneles didácticos y la exhibición de biblias en 150 idiomas de los cinco continentes, acompañadas de formatos curiosos y una sección de facsímiles e históricos.

También habrá charlas que aportarán 0,5 créditos a los estudiantes de la UJI que asistan.