Color, creatividad e ironía. Todo esto es lo que se respiró ayer en la cabalgata que celebró la localidad de Vila-real, en el marco de las fiestas en honor a Sant Pasqual. Pequeños y mayores tomaron las calles, llenando el centro de originalidad, colorido y grandes dosis de crítica social.

Más de 20 carrozas y un total de 14 peñas participaron en este multitudinario acto que partió de la avenida Francesc Tàrrega para continuar por la de Murà y la de Pius XII. Fueron más de 120 minutos de recorrido, en el que no faltó la animación musical de charangas y una batucada, que contaron con una gran ovación por parte del público asistente que esperaba impaciente al paso de los carros engalanados.

El primer premio a la mejor carroza fue a parar a la peña Casal i punt, que enamoró al jurado con su carro convertido en el tren de la Panderola y sus participantes vestidos de maquinistas. Por su parte, la peña Beu i fuig consiguió la segunda posición con su disfraz de pájaro y acompañada de la estatua de Tàrrega; y Pocs i bojos salió a la calle con maletines repletos de billetes. Tres creaciones que consiguieron los ansiados trofeos, aunque el galardón a la mejor crítica se la llevó la peña Fem festa, que recorrió las calles haciendo alusión al nuevo estanque de patos con el que contará Vila-real en el Molí de la Vila; un proyecto recién aprobado cuyo presupuesto asciende a medio millón de euros. El grupo Postiguet, con su temática egipcia en el que dominó el color dorado y los sonidos de samba, se coronó con el premio al mejor disfraz.

«Ha sido una de las cabalgatas más largas que hemos tenido, pero también una de las más rápidas», destacan desde la organización. En esta ocasión, han apostado por intercalar la animación con la presencia de los participantes, «un cambio que ha gustado y mucho. Estamos muy contentos», aseguran. Otro éxito más de las peñas de Vila-real.