Una tonelada de carne de toro para prácticamente 2.500 peñistas. Son las cifras de la tradicional cena del tombet de bou, uno de los actos más multitudinarios de las fiestas en honor a la Mare de Déu de Gràcia que se celebran en Vila-real hasta el domingo.

La cena se sirvió a las 22.00 horas y tuvo lugar, como sucede desde hace algunos años, en el Recinte de la Marxa. Pero ya desde un par de horas antes las peñas fueron llenando un espacio, situado junto al hipermercado Carrefour, ya consolidado para un encuentro con muy buena aceptación entre los peñistas. Del guiso se encargó el chef Santiago Becerra, un clásico en este tipo de celebraciones populares.

A la masiva cena asistieron un total de 110 peñas, de las 115 que forman parte de la Comissió de Penyes. El presidente de este ente, Juanjo Poveda, destacó la elevada participación pese a que se trata de un acto que se celebra entre semana, cuando muchos vila-realenses trabajan. No obstante, la organización optó por poner “toda la carne en el asador” para movilizar al máximo de gente.

SUPERMAGIC // Para ello, contrataron a la orquesta Supermagic, garantía de fiesta y buen ambiente, lo que hizo que el público todavía aumentara más tras la copiosa comida, puesto que numerosos vecinos acudieron al recinto festivo para bailar al ritmo de las canciones del conocido conjunto.

La velada acabó para algunos a altas horas de la madrugada, puesto que después también hubo actuación de pinchadiscos. H