El nom és Vila-real, la campaña que inició el Ayuntamiento en el año 1995 presenta novedades. Tras pedir a las empresas e instituciones el cambio de nombre e intentar normalizar el topónimo entre los vecinos, «ahora esta iniciativa se centra en sitios como Facebook o Instagram, que usan mal la denominación», asegura el edil de Normalización Lingüística, Santi Cortells.

En este sentido, el equipo de gobierno hace un llamamiento a la colaboración vecinal y pone a su disposición cartas redactadas para que puedan hacerlas llegar a las sedes de las dichas plataformas de internet. «Esto es algo que nos preocupa debido al intenso uso que los ciudadanos hacen de las redes», indica Cortells. Además, lamenta que la geolocalización lleve a algunos visitantes a confusiones.