El Ayuntamiento de Vila-real ha detectado en las últimas semanas la presencia de grupos que alteran el descanso vecinal en dos puntos de la zona norte de la ciudad. Se trata de los parques de la Mayorazga y Mestre Joaquín Vidal, donde según el edil de Seguridad, Javier Serralvo, «los agentes intensificarán la vigilancia dentro de las rutas que realizan regularmente, tanto en fin de semana como en días laborables».

Y es que se da la circunstancia de que, al menos en la pequeña zona ajardinada de la calle Mestre Vidal, el perfil de persona que realiza botellón no es el de un joven que posteriormente va a una discoteca, sino un grupo de individuos de edad madura cuya presencia en este espacio es constante. Así lo denunciaron varios vecinos a Mediterráneo y, tras su publicación, el Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana ha decidido abrir una investigación de oficio sobre la cuestión.

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En este sentido, el defensor del ciudadano envió, en las primeras semanas de abril, una petición de información al Ayuntamiento relativa a las quejas de usuarios de este parque, y fuentes de esta institución autonómica con sede en Alicante confirmaron a este diario que esperan la respuesta del consistorio.

Una vez que el municipio envíe un informe con las medidas que propone, el Síndic tiene por norma realizar un seguimiento del asunto durante seis meses, aunque al ser una investigación abierta de oficio, «solo podremos saber si hay nuevos incidentes por los vecinos o por la prensa».

Si pasado este periodo no hay nuevas informaciones negativas, la queja se cierra porque «se considera que el problema está resuelto», explican desde Alicante.

Por el contrario, en la Mayorazga los problemas denunciados por vecinos a la Policía Local se concentran en los fines de semana. La existencia de un conocido local de ocio --ahora cerrado temporalmente-- y el hecho de tratarse de un espacio abierto es un reclamo para los jóvenes, que se concentran en el parque y consumen bebidas alcohólicas.

Serralvo aseguró que «la vigilancia se redoblará en los dos puntos, aunque la policía no puede estar en todas partes», por lo que hizo un llamamiento a la ciudadanía para que «denuncie cuando detecte un botellón».

Tanto la Policía Local como los vecinos de la zona conocen bien a quienes habitualmente ocupan el jardín del Mestre Joaquín Vidal. Y estos también tienen sus estrategias para burlar a los agentes. Según denunciaron los residentes a Mediterráneo, el grupo de personas compra bebidas alcohólicas en un supermercado cercano y las bebe disimuladas en envases de refresco.