Cientos de vecinos han recibido frente al colegio y convento de los Carmelitas, en plena calle Ermita, a la patrona de Vila-real, la Mare de Déu de Gràcia, en el que se erige como el acto más emblemático de la primera jornada festiva.

Representantes del clero, liderados por el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente; la corporación municipal, encabezada por el alcalde, José Benlloch; la reina de las fiestas, Verónica Fortuño, y sus damas; así como integrantes de numerosas peñas y entidades sociales, culturales y religiosas de la ciudad, han participado en la recepción de la particular Moreneta vila-realense para, posteriormente, desfilar hasta la iglesia arciprestal, templo en el que se le ha realizado la ofrenda floral y en el que permanecerá la imagen de la Mare de Déu de Gràcia hasta el próximo domingo, 10 de septiembre, cuando regresará hasta su ermitorio en el paraje natural del Termet, dando por concluidos los festejos en su honor.