Cuenta el profesor Jacinto Heredia que las raíces últimas de la celebración popular en honor a Sant Antoni «hay que buscarlas en el establecimiento, allá por el siglo XIV y junto al Millars, de diversos frailes mendicantes, que se convierten en penitentes solitarios ocupando las balmas y cuevas de la cantera del río».
De ahí surgieron, como lugares más conocidos en la época, las ermitas de la Verge Madona y la de Sant Antoni. De hecho, continúa Heredia, «la primera referencia concreta a este ermitorio se encuentra en el Manual de Consells del año 1483, cuando se hace constar como el fraile ermitaño que lo ocupa compra azufre y salnitre para hacer la fiesta al santo, lo que indica que ya se usaban explosivos en las celebraciones. Esa es la fecha más antigua referida a la festividad de Sant Antoni en Vila-real, que certifica más de cinco siglos de antigüedad».
La celebración
Y ayer, de nuevo, y de la mano de las concejalías de Ermita y de Tradiciones, decenas de ciudadanos acudieron hasta el pequeño templo dedicado a la patrona de la ciudad en el paraje natural del Termet para participar en la eucaristía por el santo de los animales que, como cada año, ofició mosén Guillermo Sanchis, esta vez asistido por Àlvar Monferrer y con el que fuera ermitaño vila-realense durante 32 años, Vicent Cerisuelo, como monaguillo.
Una amplia representación de la corporación municipal, encabezada por el alcalde, José Benlloch, estuvo presente en el oficio religioso al que, posteriormente, siguió el tradicional reparto de los panets. Para la ocasión, el Ayuntamiento preparó 1.200 unidades de este producto típico, 100 de las cuáles elaboradas sin gluten, con el fin de que los celíacos también pudieran disfrutarlos.
Como de costumbre, vila-realenses de todas las edades aprovecharon su presencia en la cita para recoger su panet. Algunos decidieron catarlos en la propia plaza del Pastoret, inmediatamente después de salir de la ermita, aunque la mayoría prefirió llevarlo hasta su domicilio para repartirlo, al estar bendecido, entre la familia y las mascotas.
