Unos 300.000 euros es lo que invertirá este año el Ayuntamiento de Vila-real para hacer efectivo el plan especial Vila-real +Neta que, ayer, el alcalde, José Benlloch, desgranó con todo lujo de detalles y que tiene como principal objetivo poner fin a la imagen de suciedad que el propio primer edil reconoce que existe en las calles y plazas de la ciudad.

Una campaña integral que incluye una docena de iniciativas que, como explicó el primer edil, «tienen por objetivo limpiar más, pero también ensuciar menos». Entre las novedades, y como adelantó Mediterráneo el miércoles, está la creación de un nuevo servicio de repaso que, a través de brigadas integradas en el departamento de Servicios Públicos, se ocuparán de recoger aquellos restos u objetos que puedan quedar junto a los contenedores una vez han pasado los camiones.

Asimismo, se incrementarán los dispositivos de recogida selectiva de residuos y la frecuencia de vaciado de los mismos, se creará un Observatorio Local sobre limpieza urbana o se actualizará de la normativa vigente en estos momentos, en la que se instaurarán sanciones «mucho más importantes» para quienes ensucien la ciudad, con especial énfasis en los excrementos de perros.

CINCO ELEMENTOS // Cinco son los elementos que, de alguna manera, obligan a implementar con este plan especial el actual servicio de limpieza viaria y recogida de basuras. Estos son: la imagen del municipio, la contaminación, la higiene, los costes y evitar accidentes en la calle. Y es que, según aseguró Benlloch, incluso «se han registrado caídas de personas, básicamente mayores, al resbalar a causa de cacas de perro».

Además de las acciones propias de aseo físico de las calles, jardines y plazas, una de las medidas que se adoptarán es la creación de brigadas móviles uniformadas que, a modo de agentes de proximidad y en colaboración con la Policía Local, se encargarán de vigilar el cumplimiento de las normas y de informar a los vecinos de sus obligaciones para mantener la pulcritud de los viales.