Vila-real cierra un nuevo capítulo de convenios urbanísticos pendientes de resolver. En esta ocasión, por mutuo acuerdo, gracias al pacto alcanzado con las dominicas, mediante el cual el Ayuntamiento pagará 4,3 millones de euros a la orden religiosa. De esta forma, ratificará la titularidad municipal del convento y su huerto anexo, con el abono del valor actual de mercado de los terrenos, lo que permitirá ahorrar una importante cantidad económica a las arcas municipales.

El alcalde, José Benlloch, trasladó ayer esta noticia al resto de grupos políticos y les anunció que el próximo martes se llevará a pleno una modificación de créditos para solicitar un préstamo que haga frente a la operación.

El munícipe recordó que en 2011 se firmó el documento que permitió la donación a la ciudad de la mayor parte del convento que ocupó esta orden hasta mediados del 2009, así como la cesión de los 3.000 m2 que ocupaba el huerto --que posteriormente se reconvirtió en jardín--, a cambio de una compensación con parcelas en otra zona del municipio, por valor de 14.000 m2 de techo, lo que equivalía en aquel momento a 8,7 millones, en cuanto al cálculo de la manzana entera.

«La capilla se encuentra en manos del obispado y en sus instalaciones anexas se han instalado las monjas Carmelitas Descalzas, que cuidan el espacio», indicó el primer edil, quien apostilló que «el convento, valorado en tres millones de euros, fue una donación, por la que solo hubo que pagar el aprovechamiento, algo que ya estaba saldado y tan solo quedaba pendiente cumplir con el pacto alcanzado por el huerto, que ahora es una de las zonas verdes que esponja el barrio».

TASACIÓN // El convenio urbanístico fijaba que el solar estaba valorado por la sociedad de tasación Tinsa en seis millones de euros aproximadamente. Ahora, los mismos que hicieron la estimación, lo cifran en 4,3 millones, la cantidad a desembolsar a la orden religiosa. «Encontrar un espacio similar en zona urbana era prácticamente inviable y ofrecérselo en zona industrial implicaba multiplicar por tres los metros de techo», explicó el primer edil.

Por este motivo, llegaron a la conclusión de que, «a pesar de la situación económica, debíamos cerrar el convenio pagando la mitad de lo que vale toda la manzana, que ahora es de los ciudadanos y que llevamos siete años usando gratis», indicó Benlloch.

El alcalde tuvo palabras de agradecimiento a las dominicas por aceptar las condiciones y permitir reducir en dos millones la cantidad marcada de inicio.