El centro urbano de Vila-real volvió a transformarse ayer en un gran escenario en el que una veintena de actores y voluntarios representaron una nueva edición de la Ruta del Memorial Democràtic, una iniciativa que, como explicó su directora, Sonia Alejo, «tiene un fuerte componente documental, por lo que se convierte en un evento divulgativo que quiere llegar a todos los públicos».

Bajo el título de Espais de memòria i petjades de silenci a Ca la Vila, el espectáculo de este año hizo un recorrido por los espacios y los nombres de vila-realenses que sufrieron la guerra civil y, posteriormente, el castigo de la represión durante la dictadura franquista. «Ha sido un pequeño homenaje a las personas desaparecidas durante el conflicto bélico y también con posterioridad», señaló Alejo, quien destacó que la cita «ha sido muy emotiva».

NOMBRES PROPIOS // Entre las decenas de nombres propios que fueron víctimas de aquella guerra y en el período fascista posterior, estuvieron los de los alcaldes Manuel Usó y Pascual Cabrera, además de otros activistas republicanos y familiares de los mismos. El primero de ellos fue juzgado acusado de masón y condenado al destierro. Cabrera corrió peor suerte y fue fusilado.

Integrantes de las compañías La Medusa y Visitants participaron en esta escenificación, junto a un buen número de voluntarios, que arrancó frente a la iglesia arciprestal y acabó en la plaza Major. Un espacio en el que, poco a poco, se construyó una instalación en la que se fueron colocando numerosas fotografías de espacios de la época, algunas pequeñas y otras de gran tamaño, y que posteriormente los vecinos pudieron contemplar con tranquilidad, una vez finalizada la «espectacular y emotiva» ruta.

«El objetivo es restablecer el recuerdo y la dignidad de quienes no tuvieron ocasión de escribir la historia, pero que formaron parte de ella», resaltó el concejal de Cultura, Eduardo Pérez.