Vila-real cuenta con suelo urbano consolidado y con derechos de edificación para construir algo más de 19.000 viviendas, lo que permitiría duplicar el actual número de habitantes, que se elevarían hasta los 100.000. «Si mañana se empezara a construir en los solares que ya tienen la condición de urbanos, muchos de ellos recalificados en firme por el último gobierno del PP, se podría levantar otro Vila-real con 50.000 habitantes más», aseveró ayer el alcalde, José Benlloch.

Algo que, para el munícipe, justifica la negativa del actual equipo de gobierno de iniciar a corto plazo los trámites para redactar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Aun así, afirma no entender «que el PP siga defendiendo la necesidad de hacer un nuevo planeamiento», por lo que reclama al portavoz de los populares, Héctor Folgado, «qué diga qué huertos, barrancos o ríos quiere recalificar, porque lo que hoy tenemos es fruto de la excelente gestión del PP con aquel PGOU de 1993 -redactado por los socialistas- que dicen que fue tan malo; porque lo que hicieron ellos en sus 16 años en el Ejecutivo local fue crear ya un nuevo plan general, por lo que ya no hace falta hacer otro».

Espacios como la entrada por el norte de a la ciudad, la Bassa d’Insa --junto a la Ciutat Esportiva Municipal-, una parte de la avenida Grècia, la zona en torno al hipermercado Carrefour o el famoso solar de las torres conocido en su día como el de Armiñana son los que tienen en la actualidad derechos de construcción, en principio irrevocables, salvo que se llegue a un acuerdo con los dueños, y en los que podrían edificarse cientos de viviendas.

En concreto, Benlloch aseguró que los terrenos ubicados junto al IES Broch i Llop --de Armiñana-- «tienen todos los derechos adquiridos y ahora se negocia para ver si se puede efectuar algún cambio». Y es que el proyecto inicial contemplaba varios edificios de entre 12 y 22 alturas, que sumarían casi un millar de pisos.

PAI CADUCADOS // Por otra parte, Benlloch hizo un repaso por los programas urbanísticos que, gestados fundamentalmente en las últimas dos legislaturas del PP en Vila-real, han tenido que cerrarse y anularse tras años paralizados. En total son seis los proyectos que ya no se acometerán y que suman casi 2,5 millones de m2:: uno para viviendas VPO de 31.326 m2; el PAI Solaes (384.672 m2); Ciudad del Azulejo (1.771.521 m2); Sector UHI-3 Camino de Betxí (170.115 m2); Pla Redó (155.064 m2); y, el último caducado hasta la fecha, el delimitado por las calles Corts Valencianes, Grècia y Camí Travessa, con 8.314 m2.