Cientos de cobertors colgados de ventanas y balcones y miles de pequeños papelitos blancos y azules --los colores de la Congregación de la Hijas de María Inmaculada-- hicieron visible ayer la profunda devoción de las purisimeras a su patrona. Una devoción de la que dieron buena muestra tanto en la misa matinal como en la procesión vespertina que protagonizaron la fiesta de la Archicofradía de la Felicitación Sabatina, conocida popularmente como Festa de les Casades.

En el oficio religioso de la mañana predicó el rector del Seminario Diócesano Redemptoris Mater, Pablo Vela de Marco, quien glosó la figura de la Inmaculada y apostó por fomentar el fervor por el icono religioso. Y tampoco faltó la participación del coro de la congregación vila-realense que, como de costumbre, interpretó la misa Tota Pulchra, a cuatro voces mixtas, del profesor y sacerdote Miguel Alepuz, acompañados por orquesta de cámara y órgano, bajo la dirección del propio autor de la pieza musical.

Y ya pasadas las 18.30 horas, cientos de congregantes acompañaron a la imagen de la Purísima en su desfile por las calles más céntricas de la ciudad. Una actividad en la que las casadas de la entidad, junto a las integrantes de la junta directiva, asumen el máximo protagonismo.

MÁS ACTOS // La de ayer fue una jornada de marcada devoción a la Virgen. Una veneración a la imagen que se repetirá tanto el próximo viernes, en el maco de su festividad oficial, como el domingo siguiente, cuando se desarrollará la programación de la Fiesta Principal, la de las fadrines.

Entre tanto, no faltarán los actos solidarios, como la ofrenda de alimentos de hoy, mañana y el miércoles; o una participativa cena de pa i porta (miércoles), también benéfico, a favor de Joventut Antoniana, tras la que habrá una celebración juvenil.

Por su parte, la corporación municipal participó también ayer en el traslado de la imagen de la Puríssima del Poble hasta la capilla del Cristo del Hospital, como preámbulo a la celebración de la festividad de la Inmaculada, el próximo viernes, en la que habrá misa y procesión. Unos actos en los que, además de ediles, también se implican las organizaciones religiosas del municipio.