Color, buen ambiente, cuidada ironía y muchas ganas de pasarlo bien. Todos estos ingredientes se dieron cita en las calles de Vila-real en la tradicional Cavalcada de Festes, que suma, con la de ayer, 53 ediciones.

La rehabilitación del Molí la Vila, el anunciado banco de ADN de perros para identificar los excrementos caninos en las calles y plazas de la ciudad, rodos, juegos infantiles para niños discapacitados, los efectos de las redes sociales, los efectos de los cirios en las procesiones o la continua batalla por lograr una estación de trenes en condiciones para Vila-real fueron algunos de los temas en los que pusieron su mirada los peñistas que participaron en el desfile.

Tampoco faltaron las referencias y críticas a las rotondas, la iluminación insuficiente en algunos puntos del casco urbano, la grúa quitacoches durante los días de fútbol o los solares abandonados. Incluso, no faltaron las aklusiones al Arenal Sound.

NOVEDADES // El incremento de la animación ha sido una de las novedades introducidas en el desfile de este año, como muestra de la apuesta de la Comissió de Penyes --organizadora del evento-- para dar más colorido y diversión.

Fueron más de 20 las carrozas que desfilaron por las avenidas Francesc Tàrrega, La Murà y Pius XII. La comitiva estuvo liderada por los jinetes de Acavi y los gegants Pasqualet, Mari Gracieta, Jaumet y Pinella, que el día antes actuaron como anfitriones del encuentro organizado por la Colla Gegantera de la localidad. Y, acompañando a las peñas, hubo charangas, grupos de danza, bailes y teatro, con grupos locales.

Tras la multitudinaria cita, los vecinos continuaron con la fiesta, pero con la mirada puesta en la Nit de la Xulla de hoy lunes. H