El alcalde de Vila-real, José Benlloch, se comprometió ayer, en el transcurso del pleno ordinario del mes de febrero, a crear una comisión informativa para buscar las posibilidades legales de aplicar bonificaciones a las plusvalías que en la actualidad gravan las herencias y las donaciones.

Un compromiso del que los dos partidos en la oposición --PP y Ciudadanos (Cs)-- recogieron el guante y a lo que correspondieron retirando las dos mociones que presentaron al respecto de este impuesto en la parte correspondiente a la gestión que pueda realizarse desde el consistorio.

Benlloch advirtió de que esta «es una cuestión muy técnica», por lo que apuesta por que en la comisión a crear esté presente la viceinterventora municipal, como persona competente para aclarar cualquier idea o iniciativa y si esta es posible aplicarse dentro de la legalidad.

Al respecto, el munícipe aseguró entender «las dificultades que para algunas familias supone recibir una herencia», aunque incidió en el hecho de que tienen que tocarse todos los aspectos relacionados con la bonificación o exoneración de este impuesto de forma generalizada. Y, como ejemplo, mencionó que «sería injusto que se premiara sin pagar esta tasa a quien es dueño de un solar y lo mantiene lleno de hierbas y ratas, frente a quienes sí que los conservan en condiciones».

SUPRESIÓN // Finalmente, Ciudadanos retiró su moción en base al compromiso de Benlloch y el PP hizo lo propio en el apartado de bonificaciones que contemplaba su propuesta, aunque sí que se debatió y votó la parte en la que los populares pedían solicitar al Gobierno central la supresión total del impuesto de sucesiones y donaciones. Los votos de PSPV-PSOE y Compromís impidieron que saliera adelante, argumentando que la iniciativa del PP tenía un fondo «electoralista y demagógico» porque, como dijo la concejala de Hacienda, Sabina Escrig, «reclaman ahora lo que no hicieron durante los mandatos de Aznar y Rajoy». E, incluso, puntualizó, ni siquiera se lo plantearon en los 16 años en los que gobernaron en la ciudad.

El debate de esta cuestión alcanzó picos altos de enfrentamiento, en particular, por parte del alcalde Benlloch y del portavoz de los populares, Héctor Folgado. Especialmente contestadas por el munícipe fueron afirmaciones desde la oposición como que el impuesto era un «robo» a los contribuyentes o que la Administración «hace negocio con la muerte» con este impuesto.