La lápida que todavía se conserva en la fachada principal de la iglesia arciprestal de Vila-real con inscripciones y simbología franquista vuelve a estar ahora en el ojo del huracán, como viene ocurriendo de manera cíclica.

En este caso, ha sido el senador de Compromís, Carles Mulet, quien ha denunciado que la iglesia continúe manteniendo este elemento en el primer templo vila-realense, a causa de las «lagunas» que afirma que tiene la Ley de Memoria Histórica, «ya que nadie obliga al Obispado de Segorbe-Castelló a retirar la placa y tampoco se les sanciona».

De esta forma, el propio Mulet reconoce que la legislación actual no ofrece instrumentos para obligar a retirar la simbología relacionada con la dictadura. «Hay muchas cuestiones pendientes que ningún gobierno ha abordado en condiciones», asevera Mulet, quien exige «una nueva ley y un procedimiento claro para que los particulares puedan retirar las placas en cuestión, además de contemplar sanciones para quienes no lo hagan».

Preguntado al respecto, el alcalde de Vila-real, José Benlloch, considera que la denuncia efectuada por Mulet, con vídeo frente a la lápida de la arciprestal incluido, «no es más que propaganda electoralista, porque él sabe muy bien que la ley no autoriza a actuar en lugares privados». E insiste en que en los espacios públicos de Vila-real «ya no hay ningún símbolo franquista».