Compromís per Vila-real reivindicó ayer la «eliminación total de la simbología fascista en la vía pública». Al respecto, quisieron resaltar que «después de comprobar el avance que se ha producido en la Vall d’Uixó, la militancia de la localidad exige que de una vez por todas la ciudad se ponga al nivel que le corresponde en la lucha contra los símbolos que todavía permanecen».

La formación nacionalista manifestó también críticas por unas declaraciones del primer edil, José Benlloch, en las que defendió que «una cruz no ofende a nadie», con relación al monumento ubicado en la plaza Escultor Ortells. Unas palabras que relacionaron con lo vivido con la Cruz de los Caídos en la Vall.

El munícipe puntualizó sus afirmaciones y mostró su «apoyo total» a la alcaldesa de la Vall, Tania Baños. En su alusión a la de la también conocida como plaza del Ángel, Benlloch aseguró que: «Lo que he intentado explicar, quizás de una manera desafortunada, es que no podemos permitir que el símbolo de la cruz, como tal, sea identificado con el régimen franquista o con la derecha. Pero, es evidente, que cuando esta, una señal de gran valor para la fe católica, es utilizada en el marco de un monumento contra los demás o para homenajear etapas de nuestra historia que no pueden repetirse, incumpliendo con ello la Ley de Memoria Histórica, nuestra obligación es darle cumplimiento como autoridades públicas que somos. Cada municipio tiene su propia idiosincrasia y conoce bien cómo se configuró la simbología franquista en cada caso. Es indudable que el caso de la Vall no es como el de Vila-real».

Después del escrito de aclaración, el portavoz de Compromís, Xavier Ochando, zanjó el tema. «Nos damos políticamente por satisfechos ante esta rectificación», destacó. No obstante, reiteró que «nuestra demanda se centra en la retirada de vestigios franquistas repartidos en puntos de la localidad, tanto privados, como públicos, como las placas de los edificios de protección social». Ochando destacó que la petición, que presentaron en el pasado pleno en forma de moción, no pone objeciones a la cruz de Escultor Ortells, en la que aparece escrita en una placa la leyenda: «Als vila-realencs morts en totes les guerres».