La corporación municipal de Vila-real aprobó ayer, con los votos favorables de los grupos que integran el equipo de gobierno (PSPV-PSOE y Compromís) y la abstención de los de la oposición (PP y Ciudadanos), adjudicar al BBVA --la otra entidad financiera que se presentó fue Caixa Rural Vila-real-- la contratación de una operación de crédito por importe de 4.895.561 euros, que se destinará a abonar casi 4,3 millones de las valoraciones realizadas a final del 2017 por el Jurado Provincial de Expropiación, respecto a terrenos ocupados para el desarrollo de infraestructuras, básicamente durante el último ejecutivo local del PP. Además, se asigna medio millón para el pago de la anualidad correspondiente al presente ejercicio 2018 por la compra del edificio del Gran Casino.

La concejala de Hacienda, Sabina Escrig, destaca que el consistorio abonará únicamente un interés que se calculará teniendo en cuenta el euríbor (ahora en valores negativos) más un diferencial de 0,64 puntos, lo que en la actualidad equivaldría a un 0,45%, aproximadamente. «Un tipo muy por debajo del que estamos pagando por el crédito de 20 millones que realizó el gobierno del PP encabezado por Juan José Rubert antes de perder la alcaldía y que supone abonar cada ejercicio unos tres millones de euros», puntualiza la edila socialista.

CONDICIONES // Escrig explica que calculan que el dinero de la operación crediticia puede entrar a las arcas municipales en un plazo aproximado de un mes y que esta contratación se realizará «en condiciones muy ventajosas, puesto que el consistorio no tiene que pagar ningún gasto por la apertura del préstamo y tampoco se contemplan penalizaciones en el caso de amortizar o cancelar el mismo». Y añade que este plan de financiación municipal se realiza para un periodo de 22 años, con dos de carencia, «por lo que solo se abonarán intereses».