La Policía Local de Vila-real intensifica la vigilancia de las zonas del río Millars en las que no está autorizado el baño. Lo está haciendo a través de un dispositivo especial que, como explica el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Serralvo, viene repitiéndose desde que hace dos años, cuando el Ayuntamiento habilitó la playa en el paraje del Termet.

El edil indica que están instalando carteles que advierten de la prohibición y recuerdan que existe una playa junto al centro de convenciones de El Molí donde el baño está controlado, para persuadir a los que pretenden entrar al agua por otra zona.

VIGILANCIA COORDINADA

El principal inconveniente con el que se encuentran los agentes a la hora de atender esta problemática es que esta zona natural «es un espacio abierto y se puede acceder por muchos sitios». Por ello, para prevenir accidentes, están coordinando la vigilancia con el Consorci del Millars y la Confederación Hidrográfica del Júcar.

El edil vila-realense afirma que este año no se ha incrementado el dispositivo de vigilancia como consecuencia del fallecimiento en el 2016 de un joven de 19 años vecino de Nules, que se ahogó en la zona conocida como Els Matxos. Al respecto, subraya que «ya estaba bastante vigilado», aunque insiste en que resulta complicado establecer un control permanente para cubrir un entorno tan accesible.

A pesar de ello, en lo que va de temporada estival, la efectividad de la presencia policial se demostraría en el hecho de que «se ha descubierto a varios bañistas en estos lugares, a los que se les ha recomendado salir del agua». Con todo, Serralvo dice que «se ha notado una disminución del número de gente que accede al río por estos lugares», puntualiza.

El responsable de la Policía Local comenta que la pretensión nunca ha sido «prohibir por prohibir». Precisamente por ello, decidieron invertir para crear una playa, «para que la gente tenga un sitio en Vila-real donde bañarse de manera legal y segura».

La vigilancia del río y sus accesos es «permanente» durante todo el verano, pero aleatoria, para garantizar un control efectivo a la hora de descubrir a las personas que prefieren arriesgarse. «Creen que lugares como el Assut son más atractivos, parece una piscina, pero deben ser conscientes de que son muy peligrosos», señala. Desde el Ayuntamiento no descartan imponer sanciones a los usuarios que persistan a la hora de obviar las prohibiciones y advertencias oficiales.

Serralvo concluye recordando que el refuerzo de la vigilancia del Termet en verano es igual en el municipio al que se realiza en todos los pueblos costeros.