El Ayuntamiento de Vila-real acaba de firmar un convenio con la Unión de Consumidores de Castellón para garantizar la apertura permanente de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), que se ubica en los bajos de la Casa dels Mundina, en plena calle Major Sant Jaume, y que permaneció cerrada por un período de cinco semanas a causa de los problemas de tramitación de las facturas que, con anterioridad, presentaba la organización que gestiona este servicio.

Así lo confirma a Mediterráneo el edil de Proximidad, Diego Vila, quien explica que «problemas de índole burocrático a causa de la nueva Ley de Contratos de las administraciones públicas retrasaron el pago de los últimos recibos entregados por la Unión de Consumidores». Una situación que, a su juicio, «a partir de ahora ya no se dará, porque atamos el servicio que presta la OMIC con un acuerdo en el que el Ayuntamiento invertirá 20.000 euros al año y que servirá para que la oficina esté abierta a los ciudadanos tres días por semana».

En concreto, la atención a los vecinos que prestan tres abogados especializados en esta materia --Jordi Briet, Enric Pallarés y Juan Carlos Insa-- se realiza los lunes y jueves, de 9.30 a 13.30; y los martes, de 16.00 a 19.00 horas.

El concejal de Proximidad insiste en la necesidad de que este servicio se mantenga en la ciudad, «para acercar a los vecinos las posibles soluciones a los conflictos que mantengan con empresas relacionadas con el consumo, por cuanto alrededor del 70% de las denuncias que plantean los ciudadanos acaban siendo favorables para estos».

Al respecto, desde la propia OMIC destacan que se atiende a una media de 100 personas al mes, que en primer lugar se informan sobre su caso en concreto y, posteriormente, deciden interponer o no una queja. «Como viene siendo habitual desde hace ya bastantes años, entre un 85% y un 90% de las reclamaciones tienen su origen en los servicios de telefonía que prestan todas las compañías, así como de los productos de energía eléctrica y los seguros de todo tipo», explican.

Con todo, hacen hincapié en que el sistema arbitral «funciona muy bien en las quejas sobre empresas telefónicas que, en la mayoría de los casos tienen que ver con los desfases que se producen entre lo realmente contratado y lo que se refleja en la factura».

La compraventa de bienes, especialmente de electrodomésticos y coches de ocasión, también genera un flujo importante de conflictos que, en los últimos años, se incrementan por las compras a través de internet.

El concejal Vila recuerda que el servicio que se presta en la OMIC es «totalmente gratuito».