Artesanales, de algodón, coloridas y, sobre todo, 100% solidarias. Cuando las integrantes de la asociación vila-realense Pintando el camino en rosa, capitaneada por la modista Amparo Alcaraz, vieron en las noticias las demandas de los sanitarios ante la gran escasez de mascarillas, no se lo pensaron dos veces. «Si no tienen y yo puedo hacerlas, ¿por qué no intentar ayudar? Menos es nada», comenta esta vecina. Dicho y hecho. Desde que empezó el estado de alarma, esta entidad social lleva hechas ya más de 3.000 unidades... y las que quedan: «Vamos a seguir haciendo todas las que podamos mientras haya gente que necesite».

La principal particularidad que salta a la vista de las creaciones altruistas que realizan este grupo de voluntarias desde sus casas con sus máquinas de coser es que son todas de algodón --se pueden lavar o hervir sin ningún tipo de problema--, pero especialmente por el color y la variedad de los diseños, con el objetivo de intentar transmitir «un poco de alegría en estos tiempos duros». Incluso las hay de personajes de animación para los más jóvenes.

Ante el alud de unidades que fabrican, han creado una improvisada cadena productiva que cuenta con la inestimable colaboración de los voluntarios de Protección Civil, cuya labor permite distribuir y hacer llegar las mascarillas a los centenares de particulares, empresas y centros que piden sus servicios.

Casi 8.000 ‘compartidos’ en Facebook

Y es que la lista de destinos a los que las chicas positivas las chicas positivas-así se hacen llamar- proveen de material sanitario estos días no para de crecer con el paso de las horas. El centro ocupacional y algunas farmacias y supermercados de Vila-real, la residencia de la tercera edad de Onda, el Hospital General de Castelló o la Guardia Civil de Almassora ya han recibido protectores faciales elaborados por Pintando el camino en rosa, aunque su vertiginoso ámbito de actuación no se limita a la provincia.

Desde que el 19 de marzo Amparo publicara un post en Facebook anunciando que «ponía sus manos» a disposición de quien lo necesitara, el mensaje ha sido compartido ya casi 8.000 veces y sigue recibiendo cientos de peticiones de mascarillas de toda España. Una auxiliar de enfermería de Ferrol (A Coruña) le ha pedido consejo sobre cómo confeccionarlas y una empleada de una residencia de ancianos de Alcalá de Henares (Madrid) le ha solicitado sus diseños.

Hasta que pase la crisis del coronavirus o, importante, se les acabe la goma para las mascarillas, Amparo Alcaraz lo tiene claro: «Para estar en casa aburrida escuchando en la tele las noticias, no me cuesta nada ayudar en lo que pueda».