Un millar son las personas que, en los últimos 20 años, han realizado alguno de los cursos de valenciano que se impulsan desde 1995 desde la Concejalía de Normalització Lingüística. Así lo informó ayer el edil del área, Pasqual Batalla, quien compareció junto a la técnica encargada de organizar e impartir los cursillos, Mónica Soler.

De este total, más de 300 se han sumado a la oferta para inmigrantes que se lleva a cabo desde la delegación desde el 2002, bajo la denominación de Valencià per a nouvinguts. “Hemos tenido alumnos de muchos países de todo el mundo, como pueden ser Marruecos, Argelia, Rumanía, Bulgaria, Alemania, Filipinas, Argentina, Brasil, Ecuador, Cuba o Nicaragua, entre otros; así como también personas llegadas de la práctica totalidad de comunidades del Estado español”, indica Batalla.

El resto de estudiantes se reparten entre los cursillos dirigidos a funcionarios municipales y empleados de banca, notarías, registros de la propiedad o medios de comunicación locales, y entre los que se ofrecen a los padres y madres de alumnos. “Vila-real es un referente en este tipo de iniciativas, especialmente en la enseñanza en valenciano para nouvinguts”, explica.

NUEVA CONVOCATORIA // Tanto Batalla como Soler informaron de que el plazo para inscribirse a los próximos cursos --para inmigrantes y para padres y madres, en este último caso en los niveles elemental y mitjà de la Junta Qualificadora de Coneixements en Valencià-- que se impartirán a partir de octubre, permanecerá abierto hasta el 30 de septiembre.

“El curso para recién llegados es una herramienta fundamental para la integración, ya que quienes lo realizan se sienten mejor cuando empiezan a entender y aprenden a decir algunas cosas en valenciano y ya no le tienen que pedir a su interlocutor que les hable en castellano porque no entienden la lengua vernácula”, afirma Soler. H