El aviso de vecinos del barrio de La Unión de Vila-real, especialmente residentes en el entorno del pabellón polideportivo Sebastián Mora, hizo saltar la alarma días atrás, cuanto alertaron de la presencia de cuerpos de gatos e, incluso, de una perra “que presentaban la boca abierta y echando espuma, lo que evidencia un más que posible envenenamiento”.

Así lo ha explicado a Mediterráneo la presidenta de la asociación Gats de Barri, Gemma Nácher, quien señala que “hay gente que cuando una colonia de gatos crece mucho opta por darles de comer productos envenenados, lo que atenta contra la ley de protección de los animales”.

La entidad no dudó en poner los hechos y el hallazgo en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Sin embargo, los dos agentes que se desplazaron al lugar no pudieron confirmar los indicios de un posible envenenamiento, por cuanto habían transcurrido varios días desde que se hallaron los cuerpos de los animales.

“Aunque no advirtieron indicios, al pasar varios días, no pudieron abrir expediente, pero nos indicaron que elaborarían un parte, al que podemos remitirnos si se repiten los hechos”, informa Nácher, quien asegura que “no es la primera vez que se encuentran gatos muertos, probablemente envenenados, en diversas zonas de la ciudad, como es esta, pero también en la del Pou d’Amorós o Furs de València, en la salida en dirección a Burriana”.

La presidenta de Gats de Barri lamenta que “haya gente que piensa que la única solución a la sobrepoblación de felinos es acabar con ellos, cuando hay otras formas, como la que llevamos a cabo desde nuestra asociación, para esterilizar ejemplares”. H