Un gran espacio diáfano de unos 6.000 m2 de superficie es el que se generará con el derribo del actual polideportivo Campió Llorens, en el marco del convenio firmado entre el Ayuntamiento y el Villarreal CF. Esta entidad asumirá los alrededor de 140.000 euros de coste estimado de la demolición del edificio deportivo y de la adecuación de la nueva plaza resultante y de la zona de aparcamiento para coches existente frente al campo de fútbol El Madrigal y la plaza del Llaurador.

El proyecto de redistribución de espacios elaborado por el consistorio incluye la pavimentación del solar resultante de la demolición del pabellón --el primero que se construyó en la ciudad en los años 70-- con piezas antideslizantes de última generación.

El objetivo no es otro, según apuntan fuentes municipales, que el de destinar este nuevo espacio diáfano al uso de los peatones. Sin embargo, la nueva plaza también se convertirá en un lugar idóneo para la celebración de conciertos y espectáculos de gran formato al aire libre, de manera que no se descarta que se incremente su uso durante las fiestas patronales de la ciudad, por cuanto aumentará la capacidad para espectadores que, en la actualidad, se limita al área que ocupa el párking de vehículos.

De hecho, la reordenación prevista ya contempla el diseño necesario para la colocación de escenarios en la esquina de las calles Blasco Ibáñez y Ermita.

A todo ello se sumará, en una fase posterior que ahora aún no se llevará a cabo, la cubrición con cerámica de la fachada principal del estadio El Madrigal, también a cargo del Villarreal CF. En este plan se contempla la reserva para el Ayuntamiento de un almacén en los bajos del campo de fútbol --ubicado anexo a las taquillas--, que se habilitará con baños y vestidores para el uso de los cantantes y artistas que participen en los espectáculos que se realicen en este nuevo espacio.

HOSTELERÍA // Por otra parte, los cambios en la fisionomía de este popular emplazamiento de la calle Ermita permitirán reubicar las terrazas de bares y restaurantes a una plataforma que se habilitará en el margen izquierdo de la vía, en dirección al Termet. Y es que en estos momentos están en la zona destinada a aparcamiento de coches, lo que obliga a los camareros y a muchos usuarios a cruzar varias veces uno de los viales con más tráfico de la ciudad, especialmente durante el verano. De esta forma, se limitará el riesgo de atropello de camareros y clientes al evitar cruzar la calle Ermita. Además, la medida, que ha sido bien acogida por los gerentes y empleados de los establecimientos de restauración de la zona, posibilitará la instalación de nuevas terrazas de bares que aún no disponen de ellas. H