El informe elaborado por el departamento de Intervención del Ayuntamiento de Vila-real «avala que el equipo de gobierno realizó el pasado año una gestión excelente». Así lo aseguró ayer el alcalde, José Benlloch, quien indicó que el trabajo desarrollado por el ejecutivo que lidera permitirá que el ejercicio del 2018 se liquide con unos remanentes de unos nueve millones de euros. Una cifra que, como indicó, se confirmará en los próximos días.

El munícipe explicó que esta cifra es fruto de los proyectos que no pudieron ejecutarse antes del 31 de diciembre, debido a que el presupuesto del pasado año entró en vigor a mediados de julio, lo que dio como resultado un escaso margen de tiempo para llevar a cabo los planes previstos.

«A pesar de las dificultades, de los obstáculos de la nueva ley de contratos, de haber tenido que hacer frente a nueve millones de herencia urbanística del PP y de la aprobación de las cuentas en julio, todos los informes indican que se ha hecho una gestión excelente y, por primera vez, cumplimos tanto el período medio de pago a los proveedores --14 días-- como la regla de gasto, el endeudamiento y la estabilidad presupuestaria», dijo el primer edil.

Para Benlloch, uno de los objetivos para el presente ejercicio es evitar una mayor deuda municipal, para lo que se marca la meta de acabar el 2019 sin superar el 60% de endeudamiento. Por esta razón, el alcalde quiere que parte de ese dinero permita, finalmente, no contratar el préstamo aprobado en el último pleno para cubrir la pérdida de un millón de euros de la subvención del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) para la mejora de las infraestructuras de polígonos industriales, lo que evitará aumentar la deuda al 72%.

Asimismo, para el pago de facturas que, por la adaptación a la norma de contrataciones, no pudieron tramitarse a tiempo, se reservarán dos millones, mientras que algo más de tres millones permitirán suplementar los presupuestos de concejalías. Además, en torno a otros dos irán a financiar proyectos que deberían haberse iniciado en el 2018, como la reforma del edificio de los antiguos juzgados o de la Cámara Agraria. «Y guardaremos dos o tres millones para reducir deuda municipal o, esperemos que no, a pagar más empastres del PP», tal y como indicó el primer edil.