El Ayuntamiento de Vila-real devolverá a los agricultores locales los 120.000 euros previstos en el presupuesto municipal de este año, fruto de la recaudación del impuesto de bienes inmuebles (IBI) de rústica, «con el objetivo de ayudar a los citricultores en la grave crisis que están atravesando a raíz de la aplicación del acuerdo de asociación comercial de la UE y Sudáfrica».

Así lo anunciaron ayer el alcalde, José Benlloch, y el concejal de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático, Josep Pasqual Sancho, quienes señalaron que en estos momentos los técnicos del consistorio «trabajan en elaborar las bases para proceder a retornar este IBI», que, en cualquier caso, advirtieron que se cobrará a mediados de año.

«Vila-real siempre ha sido sensible a la realidad del campo. Consideramos que aquellos que hacen el esfuerzo de trabajar nuestra tierra deben ser recompensados y, por ello, mantenemos el tipo mínimo legal para el IBI de rústica, que es del 0,3%», explicó Benlloch, quien puntualizó que las bonificaciones de hasta el 95% previstas en la ley «tan solo podrían aplicarse a partir del 15 de diciembre, con efectos ya en el 2020, y siempre con datos objetivables sobre la repercusión de la crisis en el empleo, que únicamente se puede conocer tras concluir la actual campaña».

OBLIGACIÓN LEGAL // En este sentido, Benlloch matizó que «el Ayuntamiento está obligado, por ley, a cobrar el IBI y, atendiendo a estas circunstancias, poco margen de maniobra» tienen, pero no les parece ético «que los agricultores, que tantas dificultades atraviesan, tengan que pagar este impuesto, por poco que sea».

De esta manera, la fórmula que adoptará el consistorio para devolver los 120.000 euros del IBI de rústica que se cobre en junio de este año es la de lanzar una iniciativa en forma de línea de ayudas, de la que podrán beneficiarse estos contribuyentes.

Con todo, tanto el alcalde como el edil Sancho incidieron en que desde el ejecutivo municipal se continuará reivindicando ante la Generalitat y el Gobierno central --administraciones competentes en la materia-- que adopten resoluciones de apoyo al sector, como podrían ser unas subvenciones específicas a la compensación del IBI, una decisión que atañe al Ejecutivo estatal. «Si esas medidas no llegan, nuestro compromiso es, al menos, devolver la recaudación de rústica», argumentó el munícipe vila-realense.

En concreto, el Ayuntamiento emite un total de 4.903 recibos de este impuesto sobre las propiedades agrarias --que van de los seis a los 800 euros--, de los que solo 3.269 abonan la cuota que les corresponde, mientras que el resto están exentos por no alcanzar el valor mínimo computable.

Por otra parte, Benlloch y Sancho reiteraron el apoyo de la ciudad «desde el principio» a las movilizaciones de la Plataforma per la Dignitat del Llaurador, que el lunes se repiten, con una manifestación a las 20.00 horas.