El alcalde de Vila-real, José Benlloch; y el concejal de Servicios Sociales, Álvaro Escorihuela, acompañaron ayer a los escolares, junto a sus familias, que han participado en el último turno del Aplec d’Estiu. Una actuación musical y una globotada sirvieron para poner el punto y final a una nueva edición del programa, del que este año se han beneficiado 800 niños, lo que duplica las cifras del 2011. RD